“La Ramada también aportó a la independencia del país”

“La Ramada también aportó a la independencia del país”

La definición es uno de los ejes de la celebración. Hace 200 años se inició la estadía de San Martín en la zona. Habrá actos hoy a partir de las 17

EL MUSEO SANMARTINIANO. La casa se erige donde estaba la vieja construcción que cobijó a San Martín. FOTO GENTILEZA ENTE DE CULTURA DE TUCUMÁN EL MUSEO SANMARTINIANO. La casa se erige donde estaba la vieja construcción que cobijó a San Martín. FOTO GENTILEZA ENTE DE CULTURA DE TUCUMÁN
28 Abril 2014
“El predio que alberga el museo es el parque 9 de Julio de La Ramada”, dice Mercedes Aguirre. Las familias se reparten entre el verde, los chicos toman por asalto los juegos y, entre mate y mate, transcurre la tarde dominguera. Cuenta la tradición que bajo un algarrobo -todavía en pie- solía descansar José de San Martín cuando se instaló en la propiedad para doblegar las dolencias físicas que lo aquejaban. Esa estadía se produjo entre el 28 abril y el 24 de mayo de 1814. Sí, hace exactamente 200 años.

La arquitecta Aguirre -directora de Patrimonio del Ente de Cultura- integra la comisión organizadora de los festejos de este Bicentenario. La acompañan, entre otros, Camilo Isa Morhell (delegado comunal de La Ramada) y Federico González, a cargo desde este año del Museo Sanmartiniano. Esta tarde, a las 17, se efectuará allí el acto central, en el que no faltarán las ofrendas florales y las placas conmemorativas. Habrá música -la banda del Liceo Militar interpretará el Carrousel-, danzas tradicionales y cine. Se proyectará “El santo de la espada”, clásico en el que Alfredo Alcón encarnó al padre de la patria. “Será un doble homenaje, a San Martín y a Alcón”, sostuvo Aguirre.

La fiesta se extenderá en La Ramada, ya que mañana los alumnos de las escuelas de la zona participarán en una muestra de dibujo y poesía, mientras que el miércoles a las 20 el cierre llegará de la mano de un festival folclórico en la plaza del pueblo.

Más alla de estas celebraciones, el objetivo es fijar el paso del Libertador por La Ramada en el calendario nacional de efemérides sanmartinianas. Quedó determinado que la fecha se recordará el último lunes de abril de cada año. “Así queda instalada en la agenda de eventos históricos de la provincia”, apuntó Aguirre.

¿Quién hubiera pensado que una carrera de motos podía influir en los festejos de este Bicentenario? Así fue. Cientos de integrantes de asociaciones sanmartinianas de todo el país pretendían visitar La Ramada este fin de semana, pero el MotoGP se robó todas las plazas hoteleras. Será entonces la gente del pueblo la que le aportará el mayor calor a la fiesta.

González encuentra un significado profundo en ese mes que San Martín pasó en Burruyacu. “Creo que encontró inspiración en el interior del país -comenta el encargado del museo-. Aquí halló la fuerza para planificar y ejecutar. Lo hizo con tranquilidad y con el apoyo del pueblo. En ese sentido, La Ramada también aportó a la independencia del país”.

El predio en el que funciona el museo -la vieja casa de Rufino Cossio- alberga también la Escuela 313. Isa Morhell rescata el interés de los estudiantes, quienes hasta ayudan a los guías cuando hay muchos visitantes. En las salas hay mucha información gráfica, objetos (en su mayoría trasladados desde la capital), biblioteca, una sala militar y otra de video. Hay tres guías, jóvenes de la zona capacitados por una “preparación sanmartiniana”. Uno de ellos está cerca de convertirse en licenciado en Historia.

Unicada a 35 kilómetros de San Miguel de Tucumán, a La Ramada se llega por la ruta 304 (pavimentada). Ese camino respeta el trazado de principios del siglo XIX. Cuentan que era tan bueno que Manuel Belgrano le recomendaba a San Martín que lo utilizara. Al museo llegan colectivos colmados de estudiantes -primarios y secundarios- y turistas de alto rango cultural. La zona es rica en referencias históricas, ya que se suman la iglesia de San Patricio y los restos del fuerte de San Simón, añeja contención contra las incursiones de los indios mocovíes.

Se vivirán tres días inolvidables en La Ramada, aunque la meta es que el fervor sanmartiniano no se agote con el Bicentenario. “Debe ser un lugar de reunión para todos los tucumanos”, define Isa Morhell.

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