Se viven días de furia en Atlético Tucumán

Se lo necesita, él quiere estar y no piensa bajarse del primero de los ocho partidos más importantes de la temporada para Atlético. Luis Rodríguez aún no recibió los resultados de los estudios médicos que se realizó el martes por la noche (se traspapelaron), y continuó entrenándose ayer de manera diferenciada en el complejo.

El goleador y delantero del “decano” trabajó apuntando a ser una de las piezas importantes del 11 titular que decida proponer Héctor Rivoira contra el líder del campeonato, Banfield, el lunes, a las 18.10, en el Monumental. “Pulguita” acarrea molestias en un gemelo y también en uno de sus aductores, por lo que viene haciendo un esfuerzo importante con tal de no perderse el encuentro contra el “taladro”.

Hoy será un día clave, porque se lo probará y se verá en qué condiciones se encuentra. Pese a que todavía faltan unos días para el vital compromiso, el cuerpo técnico no lo arriesgará si no se encuentra realmente apto para jugar.

A esta altura del campeonato, la muletilla reina será final, tanto para los de arriba, llámese los candidatos a subir a la elite, como para los de abajo, aquellos cuyo sentido de lucha se centrará en una cruel batalla por no perder la categoría. El caso de Atlético es particular. Se encuentra en un limbo. No peligra su membresía por el momento en la categoría y está con ganas de ascender a Primera, aunque los resultados dicen lo contrario.

Este Atlético que depende de sí mismo para subir y para no caer, está en llamas. Siente furia e impotencia por las chances desperdiciadas. Desea convertirse en juez de las dos tablas, porque en estas ocho finales venideras el “decano” se enfrentará contra aspirantes a la A y contra alumnos que pujan por no perder la categoría.

De las fecha 38 a la 42, respectivamente, Atlético se medirá con Banfield (local), Villa San Carlos (visitante), Sarmiento (L), Talleres (V), Unión (L), Almirante Brown (V), Crucero del Norte (L) y Sportivo Belgrano, todos partidos vitales para su anhelo de elite.

Por eso ayer mismo Héctor Rivoira empezó a buscar la mejor versión de un 11 titular que tenga la principal característica de convertirse en el villano de turno. Sin Luis Rodríguez en condiciones (ver aparte), “Chulo” imaginó un esquema similar al que utilizó Diego Erroz, con cuatro defensores, dos volantes con tendencia a la marca, dos carrileros con llegada, un media punta tirado a enlace y un delantero de área definido. El examen del entrenador rindió sus frutos en los ejercicios realizados en el complejo de Ojo de Agua.

“Siento impotencia más que bronca, porque todas las fechas jugamos con la mentalidad de ganar y de ubicarnos entre los de arriba pero perdimos o empatamos”, se lamenta Matías Carabajal, uno de los perros de presa de la ocasión, junto a David Valdez. “Hasta las últimas dos fechas el tercer puesto va a estar para cualquiera”, estima “Moro”, que cree saber lo que necesita Atlético. “El éxito en esta división se basa más en resultados que en la forma de jugar. Acá se nota que jugás mal sólo cuando perdés”. El volante apunta a que no importa jugar bien siempre y cuando se gane. El drama es que Atlético juega mal y pierde bien. Ni su juego ni la suerte están de su lado. “Con trabajo y ganas se saldrá. Ojalá éste sea partido del despegue”, mira el jujeño a Banfield sabiendo que habrá que dejar todo para tumbar al líder. “Voy a salir con el cuchillo entre los dientes como tiene que ser, y como lo hará el resto del grupo. Hay que ganar”.

Si algo hace falta en 25 y Chile es un festejo. “Tengo mucha bronca personal. Hay que revertir como sea este momento... Somos conscientes de que estamos jugando mal, que nos está faltando juego y que tenemos que levantar. Hay que pensar que enfrentamos al puntero y hay que hacer todo para dejar los tres puntos en casa”, se rompe el pecho Guillermo Acosta, el mismo que sigue a la búsqueda del “BB” figura de 2013, y el que no piensa resignarse a ver a un Atlético que juega sólo por cumplir con las fechas del calendario.