Del típico “gratinado” al magistral “ascensor”

Por “El erudito del sangüi” del blog críticos del sánguche

Para los tucumanos en general y los amantes del sánguche en particular, la vuelta de Los Eléctricos y del Gordo Mario a la escena sanguchera local ha sido una excelente noticia. Si bien es cierto que en los últimos tiempos han aparecido cientos de sangucherías, resulta cada vez más difícil encontrar algún apretado con características únicas e irrepetibles. Y ese toque diferencial es, justamente, algo que ofrecen estos dos grandes de la comida rápida tucumana.

El sabroso pan tostado a la plancha o el típico sándwich “gratinado” (una especialidad de la casa que consta de un pan sanguchero con jamón a la plancha y queso gratinado) son, entre otras cosas, rasgos que hacen de Los Eléctricos un lugar especial. Similar es el caso del Gordo Mario, con su inconfundibles “ascensor” (el famoso sánguche de enorme grosor a base de retazos de milanesas apilados) y “lomito salteño”, ese magistral sándwich de carne vacuna envuelta en una omelette que devuelve un sabor único.

No quedan dudas de que acontecimientos como estos son dignos de celebrar. No sólo desde el punto de vista gastronómico, sino también desde lo cultural, porque en una provincia tan sanguchera como la nuestra, estos lugares forman parte de nuestra identidad. Además de las empanadas, por supuesto, esta comida ya es un atractivo turístico. Basta con llevar a algún familiar o amigo foráneo a alguno de estos locales para comprobarlo en carne propia.



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