Héctor Farina, el hacedor de autódromos

Héctor Farina, el hacedor de autódromos

"Toti" administra la monumental obra que se levantó (y crece) en Las Termas.

A LA EXPECTATIVA. “Toti” muestra orgullo por el resultado de tanto esfuerzo. El dirigente invirtió muchas horas en la obra. la gaceta / foto de antonio ferroni A LA EXPECTATIVA. “Toti” muestra orgullo por el resultado de tanto esfuerzo. El dirigente invirtió muchas horas en la obra. la gaceta / foto de antonio ferroni
Va y viene. Da órdenes y escucha sugerencias. Recibe gente (todo el tiempo). Atiende el teléfono. Héctor “Toti” Farina no para. Por estos días, la vida del administrador del autódromo de Las Termas es más que agitada. Y lo viene siendo desde hace bastante tiempo. En pocos días, la obra que le absorbe su tiempo pasará una prueba mundial. Esa que se llama MotoGP.

- La frase dice: todo hombre debe tener un hijo, poner un árbol y escribir un libro. En tu caso, ¿se puede agregar… “y construir varias veces un autódromo”?

- (Se ríe) Y sí, puede ser. Hacer esto fue algo en que comencé a pensar creo que en 1985. Los autos que están hoy en el museo tienen pintada una frase: “Santiago del Estero necesita un autódromo, entre todos lo podemos construir”. Pasó el tiempo y se dio. Tengo en claro algo: sin el apoyo del gobierno provincial y de la Nación no se podría haber hecho.

- ¿Es este un hijo precoz porque crece muy rápidamente?

- Y sí, lo hace todos los días. Y eso es necesario para que llegue a un nivel internacional. Hay que estar encima de él todos los días y cuidándolo. Esa es la realidad.

-¿Hace renegar?

- No, creo que no. Lógicamente que hay cosas que preocupan, pero hay que ocuparse. No pueden dejarse de lado.

- Y a este hijo ¿se le dan más horas de lo previsto?

- En él se trabaja mucho. Esto lleva mucha dedicación. Les tengo que agradecer a los miembros de mi familia, que me apoyan totalmente para que pueda seguir adelante. Mi esposa, mis hijos, tomaron a su cargo los negocios particulares porque yo estoy metido en el autódromo.

- ¿Aún te acordás de cómo comenzó este proyecto?

- Sí, esto era un monte. Y hubo que entrar en él con topadoras para hacerlo realidad. Se trabajó con empresas, que eran de Santiago del Estero, para elevar la altura del terreno desde los 70 centímetros. Y cuando más nos acercábamos al lago, más alto debía ser. Cambiamos todo el piso antes de empezar las obras. Yo cierro los ojos y veo todo el proceso. En mi cabeza están todas las fotos de este trabajo.

- ¿Sos de dimensionar seguido lo logrado?

- Sí, cuando tengo tiempo. Esto no fue sólo la pista, sino un conjunto de cosas que se fueron sumando y encarando con el tiempo. Hacer el museo fue un punto alto de la obra. Y ahora lo son los boxes, los palcos VIP, salas de prensa, tribunas. Los que se han levantado representan el 30 o 40% de los que vamos a hacer. Y no quisimos olvidar las tradiciones. En este caso, está la réplica del Puente Carretero, que el público transitará para acceder a este sector. Un día vi todo la obra desde el aire, volando en helicóptero y las sensaciones fueron muy especiales. Por ejemplo, me impresionó ver todo el verde del predio, se trabajó mucho en eso para que quede así, la calidad del piso del circuito, que recibe elogios de todos los que vienen, el ancho del trazado, en fin, tantas cosas.

- Como dice el tango, se te pianta un lagrimón…

- Sí, varias veces ya. Me pasa siempre que veo un auto girando. En esos casos, trato de ir a lo más alto del predio para disfrutarlo.

- ¿Otra satisfacción es haber empleado mano de obra santiagueña?

- Sí, por supuesto. Aquí están pasando cosas muy lindas, se está dando trabajo. Y además, se le está dando a Las Termas la posibilidad de contar con un recurso más para atraer al turismo. Es impagable ver que trabajan los hoteles, los restaurantes, los negocios de artesanía. Estamos logrando que la gente que viene no se vaya rápido, que se quede y disfrute todo lo posible.

- ¿El día después de MotoGP cómo será en lo particular?

- Ojalá que sea con más trabajo, aunque más bien en una función de asesor. Con lo hecho, más los años que tengo, estar todos los días en esto es algo que muchas veces el cuerpo pasa factura. Hace mucho que no tengo vacaciones.

- Pero queda completar los boxes…

- Es verdad. Para el MotoGP, las tribunas paddock tienen capacidad para 1.400 personas. Cuando se termine la obra, será de 4.000. La estructura llegará incluso hasta donde se levanta el museo. Se prevé que se concluya para 2015.

- Cuando eso suceda, ¿para qué estará disponible el autódromo?

- Estará en condiciones de obtener la homologación de grado 1 (actualmente es grado 2). Con ello, ya puede recibir a la F-1, aunque con esta gestión no alcanza para que la “máxima” llegue: hay que mejorar y potenciar la estructura exterior, hoteles 5 estrellas, accesos, servicios. Y esto no es sólo algo que hay que conseguir en Las Termas, sino también en Tucumán y en Santiago del Estero.

- ¿Imaginás cómo será el próximo fin de semana?

- Cierro los ojos y me ubico el viernes a la mañana, cuando empiecen a salir las motos. Será el momento en que los pilotos van a conocer el circuito y buscarán las partes más rápidas para poner a punto las máquinas. Y el domingo habrá otra prueba, cuando el público del mundo lo comenzará a ver por televisión, en una transmisión de tres horas...

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