Rossi fue el más rápido en La Pampa

Matías Rossi dio otra muestra de su contundencia. En el autódromo “Provincia de La Pampa” de Toay, donde el Turismo Carretera corrió su quinta fecha, el piloto de Chevrolet logró su segunda victoria en el año, la 13ª en la categoría. “El Misil” fue a fondo, fiel a su estilo, y sigue construyendo su perfil de gran ídolo.

En los últimos años acceder a ese pedestal es una materia muy difícil para los pilotos. Juan María Traverso, en 2011, afirmó ser el último ídolo. Sin embargo, él mismo aseguró: “Rossi podría ser mi sucesor natural”. Matías tiene personalidad y en la actualidad pasa por su mejor momento deportivo. Porque también ganó dos veces en la C-3 de TN en esta temporada y lidera el torneo con 80 kilos de lastre. Y en el Súper TC 2000 defiende el título.

El oriundo de Del Viso es uno de los pilotos más requeridos por la prensa y el público. Se saca el casete, se bancó ataques de la hinchada de Chevrolet y tampoco se guarda nada con sus colegas, a quienes si tiene que criticarlos lo hace, actitud que lo llevó a tener pocos amigos en el ambiente.

Con 30 años (los cumplió el 2 de abril), ya ganó tres títulos en el TC 2000 (2005/06/11) y uno de STC 2000 (2013). Fue subcampeón de TC en 2007, en 2011 peleó hasta la última vuelta contra Ortelli. En 2012 y 2013 también llegó al final con chances. Este año va por la gran revancha.

Ratificó su candidatura al aplastar en el circuito pampeano donde hizo la pole, ganó la serie más rápida y en la final venció de punta a punta con 20 kilos de lastre (por su triunfo en Paraná) y sumará otros 10 en la próxima fecha. Le dio a Chevrolet su cuarto éxito en cinco fechas. “Gané como me gusta, sin guardarme nada”, dijo.

Rossi es un piloto odiado y amado, polos contrapuestos que muchas veces corresponden a los grandes. Esos que son ídolos, que marcan una época y dejan su sello para siempre. Él va camino a serlo.