La fugaz visita de Curtis a Tucumán

La fugaz visita de Curtis a Tucumán

EN SALTA. Tony Curtis junto a su esposa de entonces, Janet Leigh y sus hijas Kelly (izquierda) y Jamie Lee. FOTO GENTILEZA DE RICARDO BRUNETTI EN SALTA. Tony Curtis junto a su esposa de entonces, Janet Leigh y sus hijas Kelly (izquierda) y Jamie Lee. FOTO GENTILEZA DE RICARDO BRUNETTI
21 Abril 2014
“Don’t touch me! (¡No me toque!)...” protestaba, visiblemente molesto, Tony Curtis cuando descendió del coche pullman del tren “El Tucumano” mientras los fans lo rodeaban para pedirle un autógrafo. “Controló el número de sus valijas y salió apresuradamente (del andén de la estación Sunchales del Ferrocarril Mitre, en Corrientes al 1.000) seguido por sus admiradores que gritaban y aplaudían. Rápidamente abandonó el hall de la estación y se dirigió hacia el sedán negro (Káiser Carabela) que lo esperaba estacionado sobre la acera de la plaza Alberdi.

Allí se refugió de sus simpatizantes, que rodearon el automóvil imposibilitando toda maniobra. Los más exaltados pedían que fuera encendida la luz interior del coche para poder ver a su favorito. Cuando ello les fue concedido estallaron en una salva de aplausos que hizo sonreír tenuemente al actor.

Lamentablemente el auto abandonó la estación para dirigirse al Hotel Premier donde los únicos admiradores que tuvo Curtis fueron los miembros del personal de servicio y bedelía (conserjería) que ya lo esperaban”. De esta manera reflejó la fugaz visita del popular actor de Hollywood, el cronista de LA GACETA que cubrió el evento un fin de semana de octubre. Curtis había pasado por Tucumán rumbo a Salta, para sumarse a la filmación de la inolvidable película “Taras Bulba”, que produjo Harold Hecht con un aporte de 70 millones de dólares.

Cuatro columnas

“TONY CURTIS PASO POR ESTA/ CIUDAD EN VIAJE HACIA SALTA”. Así, con letras mayúsculas y a cuatro columnas, tituló LA GACETA en la página 7, de la edición del lunes 9 de octubre de 1961, sobre la fugaz visita de Curtis,. El actor aparece retratado en dos fotos de la misma página (una en el pullman del tren) y otra con piloto gris y valija caminando por el andén. La bajada, a dos columnas, destaca “Llegó en El Tucumano y durmió en un hotel”. Y, en el sumario, también a dos columnas, describe: “Estaba cansado y de mal humor. Se enojó con un changador. Promesa no cumplida”.

Viajó en tren

Curtis vino en tren porque desde que murió un familiar muy cercano a él en una tragedia aérea jamás viajaba en avión. En Tucumán primero, a través de un telegrama enviado por el director de cine argentino Kurt Land, reservó tres habitaciones en el Savoy Hotel: una para él; otra para su secretario y la tercera para el chofer. Pero Simón Silva, de la empresa que lo trasladó a Salta, anuló las reservas, a las 20.30 del sábado y las trasladó al hotel Premier. Después se anunció que llegaría por vía aérea.

Pero en el aeropuerto se informó que los vuelos se habían cancelado por el mal tiempo reinante. Al final vino en el tren El Tucumano. Este debía llegar a las 0.45 pero lo hizo con dos horas de atraso (2.45). Pese a la hora hubo mucho público en el andén.

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