Atormentado

Atormentado

Atlético padece un síndrome difícil de explicar culpa de un juego poco vistoso y nada efectivo.

SI NO FUERA POR ÉL... Rodríguez sostiene las campañas de atlético con sus goles. SI NO FUERA POR ÉL... Rodríguez sostiene las campañas de atlético con sus goles.
Atlético dejó Parque de los Patricios después del 0-2 ante Huracán con los jugadores y el técnico Héctor Rivoira repitiendo una frase autoindulgente: “Mientras los números nos den, vamos a seguir intentando el ascenso”. Nadie estuvo dispuesto a asumir públicamente que el problema es más profundo que una cuestión de números.

Es cierto que, a falta de ocho fechas para que termine la temporada, el “decano” mantiene lo que en la jerga futbolística se llaman “chances matemáticas”: Atlético continúa a cinco puntos de Instituto. Pero lo que hasta ahora no mostró Atlético para pelear un lugar en Primera División es fútbol. Un equipo tan tibio y con tan poco juego como el del viernes por la noche no parece maduro para intentar el ascenso.

Rivoira enfrentó al periodismo con palabras y gestos faciales medidos. En el fondo, sin embargo, parecía muy disgustado con la producción de su equipo. “Dejamos pasar una chance más. Jode. El lunes hablaré con los muchachos para saber qué pasó”, dijo el técnico con suavidad en sus modos, pero dejando un mensaje críptico. Como los entrenadores y los jugadores suelen hablar con palabras licuadas delante de la prensa para no romper la armonía del plantel, de esa conjunción del “jode” y “el lunes voy a hablar con los muchachos” se puede desprender un tirón de orejas por la nueva oportunidad desperdiciada.

Error de Cristian Lucchetti al margen, lo que pasó contra Huracán no fue nuevo sino otra prueba de un equipo al que le falta convicción. Salvo el triunfo contra Independiente, en 2014 Atlético se especializó en desperdiciar múltiples chances de alcanzar los puestos de ascenso.

La campaña del “decano” este año no está a la altura de quien pelea un ascenso: tres triunfos, cinco empates y cinco derrotas en 13 partidos, o sea 14 puntos sobre 39 posibles (el 35% de efectividad). Es cierto que Independiente anda por ahí (12 puntos con un partido menos, el que jugará mañana con Crucero del Norte), pero Instituto sí sacó diferencia en este lapso (22 puntos en 2014).

Justamente, Atlético podría haber aprovechado la derrota de los cordobeses en Santa Fe: el viernes, “el decano” salió a jugar contra Huracán apenas unos minutos después del 0-2 de Instituto contra Unión. Lo curioso fue que Franco Sbuttoni reveló después del partido que desconocía el resultado de la “gloria” (“Yo no lo sabía”, admitió el defensor “decano”). En el vestuario no funcionó bien la comunicación porque Diego Barrado señaló lo contrario: “Sí, lo sabíamos, pero no es fácil aprovechar ese tipo de ventajas”. Cuando a Rivoira (que también dijo estar al tanto del resultado previo) le preguntaron si esa derrota de Instituto podría haber aumentado la presión sobre sus jugadores, le restó importancia al asunto: “Teníamos que haber ganado. No importa lo que pasó en otra cancha. Pero tuvimos una desgracia en el primer gol y lo perdimos”.

Con tantos altibajos, LG Deportiva le consultó a Rivoira si no había llegado la hora de pensar en la próxima temporada, pero el técnico dice mantener la confianza en este plantel: “Está difícil el ascenso, pero vamos a seguir luchando. No vamos a tirar la toalla. Y si no se nos da, sí pensaremos en lo que viene”.

Atlético, lentamente, empieza a pensar en el campeonato 2014/2015. Una cuestión decisiva será la permanencia o no de Luis Rodríguez: en las últimas dos temporadas, “Pulguita” anotó 31 de los 87 goles de Atlético.

Fueron 20 en la 2012/13 y van 11 en la actual. Sin Rodríguez, hoy “el decano” estaría pensando mucho más en el Argentino A que en las mínimas chances que le quedan de subirse al show de Primera División.

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