Los separatistas no aceptan el acuerdo

Los separatistas no aceptan el acuerdo

Los grupos prorrusos rechazan el pacto firmado en Ginebra y mantienen las ocupaciones. EEUU, Rusia, Ucrania y la Unión Europea suscribieron el tratado, que prevé el retiro de los lugares ocupados y el desarme de los insurgentes.

19 Abril 2014
KIEV.- Separatistas prorrusos armados advirtieron que no se consideran obligados por un acuerdo internacional que les ordena desarmarse y que no dejaran los edificios gubernamentales que tomaron hasta que renuncie el Gobierno en Kiev. El acuerdo, alcanzado el jueves en Ginebra por Estados Unidos, Rusia, Ucrania y la Unión Europea, abre paso a la mejor esperanza hasta ahora para desactivar un enfrentamiento en Ucrania que ha deteriorado las relaciones entre Occidente y Rusia a su peor nivel desde la Guerra Fría.

El presidente interino de Ucrania Oleksandr Turchynov ofreció uno de sus más importantes compromisos hasta ahora para fortalecer los derechos constitucionales de la lengua rusa, para tratar de aplacar la protesta, pese a que dijo que continuarán los esfuerzos de su Gobierno para erradicar a los separatistas.

El acuerdo establece el desarme a todos los grupos ilegales, la desocupación de edificios públicos, calles y plazas y da un papel de supervisión a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Sin embargo, los separatistas mantienen su posición el este y los nacionalistas ucranianos en Kiev no dan señales de dejar sus campamentos.

Cumplir el acuerdo será difícil sobre el terreno debido a la gran desconfianza entre los grupos prorrusos y el Gobierno de Kiev respaldado por Occidente.

El hecho de que se alcanzara un acuerdo fue una sorpresa, y no está claro qué habría ocurrido para persuadir al Kremlin, que hasta hace poco había mostrado pocas señales de compromiso, para unirse al llamamiento de desarme de las milicias. Rusia rechaza las acusaciones de que está orquestando las manifestaciones en el este de Ucrania. El presidente Vladimir Putin sacrificó años de diplomacia tras la Guerra Fría al declarar que Rusia tenía el derecho a intervenir en países vecinos y anexionarse Crimea. La ocupación por parte de Moscú de la región del Mar Negro se produjo tras la caída del presidente ucraniano prorruso Viktor Yanukovich, tras meses de protestas por su rechazo a un acuerdo comercial con la Unión Europea.

Denis Pushilin, jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk, dijo que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, “no firmó nada en nuestro nombre, firmó a nombre de la Federación Rusa”. (Reuters)

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