Cartas de lectores
17 Abril 2014
SUBSIDIO DE SALUD

Dias pasados he tenido que concurrir al Subsidio de Salud con el objeto de adquirir una nueva chequera, pero fue imposible debido a la gran cantidad de personas en espera y teniendo en cuenta que eran más de las 14 horas. El miércoles a la misma hora volví con la misma idea pero volvió a ser imposible, y peor, ya que únicamente estaban habilitadas dos cajas y la cola era un interminable camino. Ante ello, traté de entrevistar al tesorero, pero un policía que estaba en la puerta me dijo que no estaba y ya con eso estallé en furia y más aún cuando no me atendió ninguna autoridad responsable; y para colmo, el policía me dijo que si me calmaba iba a poder ser atendido. Ante esto me pregunto si este personal, en vez de estar en esta institución, no debería estar atendiendo el servicio a la comunidad en alguna esquina cualquiera. No tengo idea de qué hacía en el Subsidio, ya que a mi parecer no sabe nada y cuando le manifesté lo que abonamos por el servicio que mal prestan me indicó que él también paga. Ante todo ello y sin ser atendido he tenido que retirarme pensando que en esa institución ni por sus autoridades ni por sus empleados se solucionarán los inconvenientes de los afiliados. Al final imploro a las autoridades que dejen de estar cómodamente sentados en sus despachos y vean de trabajar en beneficio de los afiliados que para ello pagan una cuota que debe ser de las más altas entre los gremios de la salud.

Mario Rivet Vozza

 
ETANOL

Al ingeniero José L. Gioja (San Juan) no le importa Tucumán y menos a Paco Pérez (Mendoza); ellos hacen la suya. Pregunto: ¿no sería tan descabellado pensar en la producción de etanol o la ya conocida por los tucumanos alconafta? No sólo sería un contraataque a la indiferencia de la producción cañera de Tucumán. Pensemos que Mendoza se vería seriamente afectada con su producción de petróleo, creo que ante el ataque sin miramientos de las provincias cuyanas hay que responderle con inteligencia y un sólido proyecto, y justo ahora que la nafta está tan cara. Cito un ejemplo, Brasil: producción de etanol o alconafta: desde 2003, los autos “flexibles”, que no cuestan más que los que funcionan sólo con nafta, han acaparado un increíble 83 por ciento del mercado de autos nuevos en Brasil. Según el agrónomo Edgard Beauclair, experto en cultivo y procesamiento de la caña de azúcar, en la Universidad de San Pablo los beneficios saltan a la vista: han aumentado las ventas de autos nuevos, y la caña de azúcar es ahora el segundo producto más importante del país. “Según el cálculo más reciente —dice—, Brasil produjo 20.000 millones de litros de alcohol para fines de 2007, lo que generó un flujo de efectivo de 5.000 millones de reales unos 2.600 millones de dólares”.

Pablo Troncoso


SOCIEDAD ENFERMA

Cada día que pasa, nuestra sociedad se enferma aún más, no sólo por las pérdidas de los valores sino también por el agregado de hechos espeluznantes como el cautiverio de la niña de 15 años, durante 9 años, alimentada con pan y agua, en compañía de un perro y de un mono. "Señor, no soy digno que entres en mi casa pero una palabra tuya bastará para sanarme". Esta frase practicada en el ritual de la misa de la Iglesia católica, apostólica y romana ya nos dice que todos somos enfermos; lo importante es no agravar nuestra enfermedad de la mente y del alma.

Emilio Sánchez


INSEGURIDAD

Al lector Hugo Vallejo (16/4): Nunca dije queOrtega y Gasset fuera propietario de la verdad. Pues la verdad, en un sentido universal y objetivo, no es patrimonio exclusivo ni de una sola persona, ni de una elite o de un solo partido politico. Únicamente los valientes pueden acceder a ella porque un requisito fundamental para el acceso a la verdad es el de aceptar la realidad con todas sus crudezas. Un político que niega la realidad está condenado a ser su víctima. Concretamente, en el caso de la inflación y de la inseguridad; a esta última, por ejemplo, el Gobierno, conjuntamente con los juristas abolicionistas con Zaffaroni a la cabeza, han venido negando este problema desde hace años reduciéndolo a una "mera paranoia creada por los medios de comunicación". Al margen del morbo al que puedan acudir algunos medios, la verdad es que la inseguridad sí existe como algo objetivo e independiente de nuestra subjetividad. ¿Qué han logrado con negarla sistemáticamente, y con implementar códigos abolicionistas que favorecen al delincuente, y demuestran una chocante indiferencia ante el dolor de las víctimas? Han retrotraído a la sociedad a las épocas de las cavernas porque el sacrificado ciudadano común, el que trabaja y se expone en la calle a ser asaltado o asesinado percibe la desprotección del Estado. Estos linchamientos son una triste consecuencia de años de negacionismo de una realidad muy compleja, por cierto. ¿Me reprocha el lector Vallejo por citar a Abel Posse? Bueno, en cuanto al principal ideologo del seudo-garantismo, el doctor Eugenio Zaffaroni ¿sabía que ese hombre, ahora travestido como progresista, en el año 1969, siendo camarista de San Luis, juró lealtad al Estatuto de la Revolución Argentina del dictador Onganía, y que, en la ultima dictadura, al ser designado por Videla, juró también observar y hacer observar fielmente los objetivos básicos fijados por la Junta Militar, y además publicó un libro de "Derecho Penal Militar"?...Cosa sería esta de que la mayoría de los argentinos, muchas veces nos comportamos como si le tuviéramos un trauma a la realidad. No hay caso, lector Vallejo, mientras los argentinos y, desde luego, la clase dirigente, no se reconcilien con la realidad seguiremos viviendo de recuerdos y de estériles fantasías triunfalistas. Hay que hacerle caso a Ortega cuando dijo "Argentinos, a las cosas".

Lendro Luis Cruz


INVALORABLE APORTE

Aún cuando mis hijos y nietos crean que soy atrasada sigo haciendo recortes de diarios y revistas. Clasifico y encarpeto. "Apenas ayer" de Carlos Páez de la Torre (h) así como "Tu Historia" son una fuente inagotable para conocer nuestro pasado y nuestra identidad. Las cartas del lector Ysmael Díaz son un libro abierto. Sin ir muy lejos, "Solar Histórico" del pasado domingo 13 nos da tantos datos sobre "La Ramada de abajo" y que bien aclara su nombre era "Ramada de Burruyaco" o Burruyacu, que sería muy bueno que las lean no sólo los alumnos. También ese día se publica una nota de Carlos Abrehu que desde el título, "Domato se despega del legado rierista", ya nos alerta: sólo puede ser Historia. Y no tan sólo eso. Es un texto riquísimo para cotejar con el libro "Monopolio del Azúcar" de Octaviano Taire y el "Enigma del General" de Hernán López Echagüe. En fin, qué buena bibliografía. Se tendrían que repetir los cursos "El Diario en la Escuela" así alejamos un poco a jóvenes y adultos de programas de chismes, risas fáciles y noticas escabrosas.

Elsa Bockl 


LIMPIAVIDRIOS

¿Quién hará algo con los famosos limpiavidrios, ya que te quieren sacar plata de prepo? La Policía parece que es cómplice de estos personajes. Uno ya tiene miedo de pararse en un semáforo porque se le vienen encima y con prepotencia. Les pido a las autoridades que hagan algo. Esta gente amenaza cuando no se le da una moneda. Hace unos días ocurrió algo lamentable en la ciudad de la Plata con un personaje de estos.

Julio César González


EL ABUSO DE LAS COLAS

Las colas son una costumbre arraigada entre los argentinos: subir al colectivo, a los trenes, para aprovechar las promociones de fin de año, comer en los restaurantes de moda, visitar museos, pagar las cuentas. Hacer colas, en muchos casos es una elección, pero la mayoría de las colas se traduce en esperas interminables, molestias y un maltrato que podría evitarse. El abuso de las colas podría ser penado con multas y hasta la clausura del comercio e instituciones públicas. La tolerancia de la espera en la calle, o en establecimientos sin asientos, debe ser como máximo de 30 minutos. Y 90 como máximo es lo que habría que esperar para ser atendido sentado cómodamente; la misma debe regir para oficinas privadas o estatales, aunque tengan asientos y tickets numerados. El derecho a condiciones de trato equitativo y digno en las relaciones de consumo ya figura en el artículo 42 de la Constitución Nacional y en la Ley de Defensa del Consumidor. Se puede hacer un racconto de los sitios con más cola y espera: bancos, telefónicas, organismos estatales y las grandes tiendas o supermercados en las que se arman colas eternas con muy pocos cajeros. La realidad es que los derechos de los consumidores son vulnerados día a día. Es necesario que se contemple la cantidad de horas perdidas haciendo cola. En la Legislatura porteña se transformó en ley un proyecto del PRO para darle una entidad de “trato indigno a las colas, son consideradas como un abuso, penado con multas y clausura del local". Ojalá esta ley se aplique en todo el país. La "obligación de una espera" genera mucha pérdida de tiempo y destrato.

Julio Argentino Gómez


ESCUELA SIN TECHO

Los padres de alumnos de la Escuela N° 343 "Juan B: Ambrosetti", ubicada en Viltran-Taco Ralo, departamento Graneros, escuchamos a la ministra de Educación decir que todas las escuelas de la provincia se encuentran en condiciones de recibir a los alumnos. Nos preguntamos si ella desconoce que nuestra escuela esta destruida desde hace seis meses, desde que el tornado arrasó con todo el techo, y todavía sigue igual, sin que los chicos tengan un lugar donde recibir clases. Hoy lo hacen a la intemperie. ¿Hasta cuándo? ¿Será que Viltran no pertenece a Tucumán? ¿Nuestros hijos no tienen derecho a recibir educación? Ninguna autoridad educativa ni política se hizo presente.

Silvia Ruiz


EL EJEMPLO DE UN JUEZ

El voto del doctor Emilio Páez de la Torre en el sonado caso "Verón" no sólo demuestra que todavía quedan jueces probos, honra de la magistratura tucumana, sino que además tiene un saludable efecto ejemplificador. Es que cuando un juez tiene la firme convicción de que obra según su conciencia y conforme a derecho, sin cálculos ni miramientos ajenos a su función, y sobre todo, sin temor de desagradar al tribunal superior (y al gobernador de la Provincia), su conducta resulta doblemente elogiable porque robustece la confianza del hombre común en las leyes. Sin alardes ni estridencias, el doctor Páez de la Torre nos ha mostrado que vale la pena ser honesto y ser valiente. Ojalá que su ejemplo anime a otros jueces, en estos tristes tiempos en que prevalece el medroso cuidado del renombre y de la tranquilidad económica, por sobre el sagrado cometido de impartir justicia.

Máximo Méndez

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