Descentralización para los espectáculos

Descentralización para los espectáculos

Además de la plaza Independencia, existen otros paseos donde podrían presentarse recitales sin inconvenientes

17 Abril 2014
Con notoria asiduidad, nuestra plaza Independencia es el ámbito elegido para presentar espectáculos musicales de gran concurrencia. Esto significa la interrupción del tránsito por largo tiempo, no solo para la realización del recital, sino también para el armado del respectivo escenario.

Como resulta obvio, esto trae fastidiosas complicaciones a la circulación de vehículos, cuya cantidad resulta cada día mayor dentro de la capital de estrechas calles que habitamos. Esto porque la plaza constituye el eje del área comercial. Cualquier corte de tránsito en esa zona, repercute negativamente sobre un flujo de automotores que interesa mantener lo más expedito posible, durante todas las horas de la jornada cotidiana.

La verdad es que tales cortes son demasiado frecuentes y notablemente perjudiciales para la  vida normal de nuestra populosa urbe. Si muy a menudo los determinen las manifestaciones callejeras, parecería deseable no añadirles además los derivados del esparcimiento. 

Pensamos que esto no es demasiado arduo de solucionar. Podría disponerse que no sea únicamente en la plaza Independencia que se localicen los espectáculos. Ellos podrían sin duda realizarse también en otros paseos disponibles en la ciudad, sin que tal circunstancia les reste eco popular en absoluto, y sin generar los inconvenientes apuntados. Por ejemplo, espacios como los parques 9 de Julio y Avellaneda, o las plazas Belgrano, San Martín, Urquiza, podrían perfectamente albergar las presentaciones.

Y no solamente se beneficiaría al tránsito de esa manera, sino que también se daría oportunidad, al vecindario de otros puntos de la ciudad, de tener ese tipo de esparcimientos en su sector.  Es una descentralización ciertamente aconsejable. En otras ciudades argentinas, se la practica metódicamente, de manera que tanto el centro como los barrios reciben su cuota de espectáculos de significación. Nosotros, en cambio, parecemos no tener otro escenario posible que la plaza Independencia.
Todos estamos de acuerdo en que San Miguel de Tucumán crece sin descanso, y esto determina que su vida como ciudad merezca ser encarrilada de un modo más racional: una estrategia que suscite, a sus habitantes, la  menor suma de perturbaciones posibles. 

Ya que parece difícil encarar exitosamente una definitiva solución de los problemas derivados de su enorme parque automotor, por lo menos debiera evitarse su incremento, con esa permanente elección de la plaza Independencia para actividades que representan la cancelación temporaria de calles.

Si en tiempos de la colonia todo debía concentrarse forzosamente en esa manzana, nos parece que las exigencias actuales están determinando claramente la necesidad de la saludable desconcentración que sugerimos. Daría mayor vida y mayor atractivo a otros puntos de la jurisdicción municipal. Y, en última instancia, habrá de arrojar, como positivo resultado, una capital más equilibrada en materia de actividades artísticas, donde ellas se repartan parejamente, cosa que no ocurre en la actualidad. 

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