El Gobierno de Francia congela pensiones y salarios

El Gobierno de Francia congela pensiones y salarios

Pone en marcha un duro plan de austeridad

17 Abril 2014
PARÍS.- El primer ministro francés, Manuel Valls, detalló un anunciado ajuste por 50.000 millones de euros que incluirá el congelamiento de los sueldos de los estatales y las pensiones, un plan duramente criticado por parte del Partido Socialista del presidente Francois Hollande. “Los esfuerzos deben proseguir pero con justicia. Serán esfuerzos colectivos, equitativos, repartidos”, aseguró Valls, imponiendo un cambio de estilo al dejar de lado a su portavoz y anunciar él mismo el congelamiento de sueldos y jubilaciones ante la prensa a la salida de la reunión de gabinete en París.

Valls precisó que en los próximos tres años el Estado reducirá sus gastos en 18.000 millones de euros, recortará 11.000 millones más a las colectividades locales y 21.000 millones de euros en las prestaciones por Seguridad Social.

“No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades”, remarcó Valls, reiterando que el objetivo de este plan de austeridad para el período 2015-2017 es reducir el déficit público en línea con las metas comunes acordadas por la Unión Europea (UE). Este ajuste, anunciado por Hollande hace cuatro meses, se suma a otro proyecto socialista denominado `Pacto de responsabilidad`, que eximirá a las empresas de aportar al Estado 30.000 millones de euros por las cargas familiares de sus empleados entre 2015 y 2017.

A cambio, las empresas deben comprometerse a crear nuevos empleos. “Esta medidas temporarias dejarán de lado a los jubilados cuyas pensiones sean las más modestas”, explicó Valls, nombrado el mes pasado luego de una dura derrota electoral del PS en coincidencia con un desplome histórico de la aprobación de la gestión de Hollande.

Las excepciones

El premier aclaró que el Estado solo incorporará funcionarios para la policía, la educación, la justicia y las cárceles, mientras que las ayudas sociales y los sueldos de los empleados públicos quedarán congelados hasta octubre de 2017. Según cifras oficiales, el Estado es el principal empleador en Francia, con casi seis millones de trabajadores, lo que equivale al 22% de la masa laboral.

“Es inaceptable este nuevo ajuste, su forma y hacia dónde apunta, pero sobre todo es aterrador para el futuro de Francia y de nuestro partido”, subrayó el diputado Christian Paul, quien afirmó que la bancada socialista de diputados se enteró de las medidas a través de los medios. El número uno de la principal central obrera, la CGT, Thierry Lepaon, calificó a Valls de “duro con los más débiles y débil con los más duros”. (Télam)

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