El incendio de Valparaíso mostró los profundos niveles de desigualdad de Chile

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, alista un plan para reconstruir Valparaíso tras el voraz incendio, aún sin control, que dejó al menos 15 muertos y destruyó unas 3.000 viviendas. Los rescatistas trabajan en la extinción de los últimos focos de fuego que se desataron el sábado en la ciudad portuaria, declarada Patrimonio de la Humanidad. Las causas del siniestro aún se investigan. Bachelet destacó que en los cerros afectados hay campamentos y tomas ilegales, sin servicios básicos ni vías de acceso; y alertó que una reestructuración integral y un nuevo plan urbanístico podría demorar el resto de su mandato. El enorme incendio develó los niveles de desigualdad que persisten en el mayor productor mundial de cobre; y representa otro reto para la mandataria, que hace apenas dos semanas encabezaba las tareas de emergencia por un sismo de magnitud 8,2 que golpeó el norte del país. Las plazas de Valparaíso se llenaron de vecinos cargados de las pocas pertenencias que lograron rescatar de las llamas.