La Sociedad Sarmiento tiembla por el abandono y los problemas edilicios

La Sociedad Sarmiento tiembla por el abandono y los problemas edilicios

La Comisión Directiva sostiene que la UNT no cumple con un acuerdo firmado en 2009. “Prioridades”.

SIN BRILLO. A pesar del deterioro, el edificio de Congreso 65, en el corazón del casco histórico de la ciudad, se esfuerza por mostrar su esplendor. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll SIN BRILLO. A pesar del deterioro, el edificio de Congreso 65, en el corazón del casco histórico de la ciudad, se esfuerza por mostrar su esplendor. la gaceta / fotos de osvaldo ripoll
16 Abril 2014
El silencio en la sala de lectura es abrumador. Angustia, deprime, aplasta la vista contra los viejos mesones. No es sólo una calma de biblioteca, en la que únicamente se admite el sonido de las hojas que se pasan: es un sigilo penoso, casi de velorio, que huele a humedad. Las paredes se descascaran, los pisos se agrietan, los libros se pierden en los anaqueles repletos de polvo y los lectores, de a poco, comienzan a alejarse de la biblioteca de la Sociedad Sarmiento.

Mientras el edificio de la calle Congreso 65 se cae a pedazos, la Comisión Directiva de la Sociedad continúa esperando que la UNT se haga cargo de la “deuda” que contrajo en 2006 a través de un convenio suscripto por ambas partes y que luego fue ampliado en 2009. “La Sociedad ya ha pagado su compromiso, que consistió nada menos que ceder a la Universidad el valiosísimo edificio en forma de donación. A cambio, la casa de estudios se comprometía a restaurarlo, mantenerlo y proteger el acervo bibliográfico de la biblioteca. Es muy doloroso ver que nada de eso haya ocurrido y que el edificio se encuentre en el estado calamitoso en que se halla”, señaló Raúl Torres Zuccardi, ex presidente y actual vocal de la Comisión Directiva de la institución fundada en 1882. El 17 de junio, la entidad cumplirá 132 años, pero la casa no está preparada para recibir ningún festejo.

Presentación
El último reclamo que recibió la UNT referido a la Sociedad Sarmiento data de fines de marzo de este año. No fue la Comisión Directiva la que inició el trámite, sino la propia Comisión Honoraria del Centenario de la Universidad, creada para organizar las celebraciones por sus 100 años.

Firmada por sus 23 miembros, la nota dirigida al rector, Juan Alberto Cerisola, puntualiza: “Si bien es cierto que en 2011 la Universidad se hizo cargo de la reparación de la cubierta de techos y del sistema de desagües, pagó un subsidio mensual de $ 1.500 -elevado a $ 2.500 en diciembre de 2013, que se usa para la remuneración de un empleado-, la UNT no ha completado la inversión para la restauración y consolidación edilicia, ni ha aportado el personal necesario para garantizar el funcionamiento pleno de la Sociedad (...)”.

Actualmente, y a duras penas, esas actividades se limitan al funcionamiento de la biblioteca pública, en la que encontrar un ejemplar es casi un milagro. “La gente ya no viene casi a buscar libros. Usan el salón de lectura para leer los diarios o para estudiar de sus propios apuntes. Se hace muy difícil encontrar los libros porque, además de no estar informatizado, hay miles de ejemplares que no están ni siquiera catalogados”, confiesa Sebastián Mina, uno de los empleados que la UNT le aportó a la biblioteca hace 13 años. Viendo el estado del edificio, a Sebastián no puede sino brotarle una carcajada cuando los estudiantes preguntan “¿hay Wi-Fi acá?”. Elva Sánchez, empleada de la Sociedad y actual encargada de la biblioteca, recuerda que cuando ella entró, hace 30 años, fue la última vez que se realizaron tareas de catalogación.

Respuesta rectoral
El rector de la UNT no desconoce la problemática de la Sociedad Sarmiento, pero habla de prioridades. “Cuando se realizó el proyecto de la nueva Ciudad Universitaria, se establecieron prioridades en función del objetivo y misión que tiene nuestra Universidad: la enseñanza y formación de pregrado, grado y posgrado. Después de 50 años, mi gestión ha realizado una inversión histórica en infraestructura edilicia en la UNT. En total, incrementamos el patrimonio edilicio de la UNT en un 35%”, respondió Cerisola a través de un comunicado enviado a LA GACETA.

Entre las obras llevadas a cabo por la UNT en el edificio de Congreso 65, el rector enumeró: “el trabajo en los techos, en los desagües pluviales, la infraestructura eléctrica, el acondicionamiento del salón de lectura y el resguardo de las antiguas farolas que adornaban ese solar, entre otras acciones. Hay tareas pendientes y de gran envergadura. Personalmente continuaré trabajando por la Sociedad Sarmiento más allá del lugar que me toque ocupar en el futuro inmediato”.

Al cierre de esta edición, la Comisión Directiva de la Sociedad Sarmiento tenía prevista una reunión para tratar la relación entre la institución y la UNT.

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