Jugó confuego
Tiró la piedra y luego escondió la mano. Las disculpas ya no tienen sentido. Él tendrá que hacerse cargo. Ramón Díaz decidió jugar con fuego en un momento en el que el fútbol argentino intenta apagar los incendios provocados por los violentos. Mientras algunos arriesgan su vida en esta lucha desigual contra las barrabravas, el técnico de River les agradeció publicamente por el apoyo. ¿Díaz cometió un error? Imposible. Es muy habil declarando y esta vez sacó la frase fuera del contexto de la nota. Nada lo justificaba, salvo su vieja relación con los Borrachos del Tablón. En el pasado denunciaron que solía gestionar la llegada de dinero a ese sector de la hinchada a cambio de apoyo. En este último tiempo se vinculó a su hijo Emiliano con el negocio de las reventas de entradas por parte de las barras. Y ahora los reivindica en medio de una pelea que lleva adelante la directiva -que avala su continuidad sólo por los buenos resultados- contra un sector que quiere manejar el club a su antojo. El riojano pidió disculpas, pero el daño está hecho. Cuando lanzó la frase, estaba feliz; no estaba borracho.

Comentarios