Basterra afirma que el proyecto no afectará al azúcar

Basterra afirma que el proyecto no afectará al azúcar

El diputado defiende la suba de impuestos.

14 Abril 2014
El diputado kirchnerista por Formosa, Luis Basterra, afirmó que el proyecto de modificación de la Ley de Impuestos Internos, que permitirá el ingreso del mosto de la uva en el mercado de las bebidas sin alcohol como endulzante, se encuadra en una política orientada a modificar la composición del consumo, a través de un régimen fiscal diferenciado. “Las bebidas que no sean cola se verán beneficiadas y aumentarán el volumen de producción en detrimento de las marcas de primera línea cola; por ello, necesitarán más azúcar”, aclaró el parlamentario a LA GACETA.

En esa línea, aseguró que a partir de la iniciativa tributaria se propone levantar la participación del azúcar en la plaza, y planteó que la discusión es contra el jarabe de maíz, también utilizado como edulcorante en el proceso de elaboración de esos productos.

El diputado formoseño defendió el texto original -y de su autoría- al marcar la diferencia respecto de otro proyecto impulsado por los representantes de las provincias vitivinícolas, que permitirá la inserción del mosto de la uva y una reducción de la alícuota para las bebidas que usen esa variedad.

“Nadie habla del proyecto original, sino de uno alternativo. Estimulará el consumo de jugo de limón, de naranja, pomelo, pera o mango”, dijo en referencia a su escrito presentado en la Cámara Baja. El legislador insistió en que la reforma de la norma no hará que la industria azucarera pierda lugar en el mercado interno.

Según el legislador, se presentó un borrador alternativo (aún no presentado en Diputados), que incluyó “una nueva línea tributaria”: elevar del 55% y 60% al 75% la utilización de azúcar, sumando un 10% de mosto; eso permitirá reducir la tasa de un 28% a un 18%.

El proyecto inicial de modificación del artículo 26 de la Ley 24.674 de Impuestos Internos contempló un incremento de las alícuotas, de un 8% a un 28%, para las bebidas analcohólicas, gaseosas o no, que se elaboran con endulzantes artificiales o naturales. La normativa reduce, al mismo tiempo, el 90% (de un 4% a un 2,8%) cuando se utilice 10% o más de jugos o zumo de frutas -filtrados o no-, provenientes del mismo género botánico del sabor, sobre cuya base se vende el producto a través de su rotulado o publicidad.

Posteriormente, el escrito fue reformado por los representantes de las provincias vitivinícolas, a favor de la producción de uva. Ante las críticas que surgieron desde Tucumán y del resto de las provincias azucareras, hubo un cambio más que consistió en rebajar el porcentaje de un 28% a un 18%, cuando las bebidas usen entre 5% y 9% jugo de fruta y un mínimo de 75% de azúcar. Según el Gobierno tucumano, ese retoque es “mínimo, insuficiente e irrelevante”, ya que no implicará grandes beneficios para la agroindustria del NOA.

En el sector industrial estimaron que la iniciativa generará una escenario de inflación, por la suba del precio final de las bebidas, y plantearon un panorama de incertidumbre ante la salida de volúmenes del jarabe de maíz.

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