El trabajo pesado terminó con unos “sanguchitos”

Como durante toda la semana, el plantel de San Martín ayer trabajó a toda máquina, ajustando detalles en cuanto a lo físico y con muy poco fútbol. Ni la lluvia frenó motores. Como había anticipado Arnaldo Sialle, esta iba a ser una etapa para apuntalar rendimientos, por eso al final de la jornada el cansancio se notó en los rostros.

Pero el esfuerzo valió la pena. De a poco, los jugadores comenzaron a salir del vestuario que no pisarán hasta el lunes por la tarde, cuando el equipo retome los entrenamientos tras la fecha libre, porque “Cacho” les regaló un fin de semana a sus dirigidos. Los más apurados por arrancar el descanso fueron los primeros en retirarse, pero un grupo grande hizo tiempo puertas adentro. ¿Por qué todos tan ansiosos? “Es que estamos esperando unos ‘sanguchitos’ que deben algunos ja”, comentó Martín Seri a la espera de un mini almuerzo que demoró más de la cuenta. “Lo hacemos para compartir con el grupo y despedirnos para que todos tengamos un buen fin de semana”, siguió el volante, que fue de los que aguantó: “Y bueno, para comer se espera, no se desperdicia nada, ja ja”.

El que estuvo de mejor humor fue Maximiliano Rodríguez, el volante que se rompió los ligamentos cruzados. El motivo fue que no sólo se sigue ejercitando (llamativamente) sin dolores, sino que ya le confirmaron la operación para el sábado 26. Una buena, “Maxi”.