La asamblea de la ONU declaró ilegal la anexión de Crimea

La asamblea de la ONU declaró ilegal la anexión de Crimea

01 Abril 2014

Emilio J. Cárdenas - Ex embajador argentino en Naciones Unidas

Como era de suponer, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó -por amplísima mayoría- una resolución que expresamente declara ilegal la anexión de Crimea a la Federación Rusa. A propuesta de Ucrania, Albania, Estados Unidos, la Unión Europea, Estonia y Eslovenia, la resolución en cuestión obtuvo, el jueves pasado nada menos que 100 votos a favor, 11 en contra y cosechó, a su vez, 58 abstenciones por parte de algunos estados miembros que, en cambio, prefirieron no tomar partido.

De este modo el ilegal referendo de auto-determinación del 16 de marzo pasado en la península de Crimea, esto es en la República Autónoma de Crimea, puso en marcha un proceso previsible que, según queda visto, terminó con el rechazo específico de la anexión rusa por parte de la comunidad internacional.

Curiosamente, la resolución no menciona a Rusia por su nombre, como ha sucedido asimismo en el Consejo de Seguridad, como si no estuviera demasiado claro quien estuvo, desde el vamos, detrás de la maniobra que ahora, con el paso del tiempo, se está transformando en un lamentable hecho consumado.

No obstante, lo cierto es que la comunidad internacional no reconoce ni la anexión, ni las presuntas nuevas fronteras de la Federación Rusa. Como podía esperarse. Porque un referendo realizado a punta de pistola y convocado por autoridades irregulares nunca puede transformarse en válido. La decisión condenatoria de las Naciones Unidas tiene evidentemente una carga de enorme simbolismo, pese a no ser obligatoria para los estados miembros. La fuerza, por sí misma, no crea derechos. Tampoco en Crimea.

De este modo, las Asamblea de las Naciones Unidas privilegió una vez más la defensa del principio básico de la integridad territorial de los estados. No era posible desconocer lo acordado por Rusia en Budapest, en 1994, cuando a cambio de las armas nucleares ucranianas, reconoció expresamente las fronteras y la integridad territorial de Ucrania, compromiso que ha incumplido.

Vale la pena detallar algunos de los votos latinoamericanos. Por el quién es quién en el mundo. Y por sus consecuencias. En contra de la resolución condenatoria votaron: Rusia, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba. Los países de la izquierda radical en nuestra región. Los que siguen en todo a Cuba.

A favor, en cambio, se pronunciaron, públicamente: México, Chile, Canadá, Colombia, Perú, Panamá, Costa Rica y Honduras.

A su vez, se abstuvieron: Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador y El Salvador. Como China y la India.

Algunas de esas abstenciones realmente sorprenden. La de Paraguay, por ejemplo, por inesperada. Y ciertamente la de Argentina, que (pese al conflicto de Malvinas) no aprovechó la oportunidad para condenar entonces al referendo de auto-determinación de Crimea, sobre el cual y sobre su validez parece haber preferido evidenciar -de cara al mundo- algunas dudas, lo que (pensando en las Islas Malvinas) parece una conducta incoherente y, más aún, peligrosa, por cierto. Una pena, pero esta vez la ideología pudo más que la prudencia en una Argentina llena de contradicciones, que contempla como un presunto “modelo” económico se está derrumbando al compás de sus propias contradicciones.

Publicidad
Comentarios