Las experiencias de Battaglia, el volante que un día jugó el partido más lindo sin saber que era su último "súper"

Las experiencias de Battaglia, el volante que un día jugó el partido más lindo sin saber que era su último "súper"

El superclásico parece detener el país futbolero. La cuenta regresiva transcurre sus últimas horas y los nervios de muchos suben a niveles sorprendentes. Para él, protagonista vital de esta historia durante años, el tiempo de los nervios quedó atrás. Hoy, desde afuera, él puede mirar distinto aunque vea lo mismo. Es Sebastián Bataglia, el jugador más veces campeón con la camiseta de Boca. “No es nada nuevo que alguien que jugó el superclásico diga que es el partido más lindo del mundo. Intenso en la previa, inigualable durante los 90’, decisivo para el después. El resultado golpea o levanta, nadie en ninguna circunstancia puede ser indiferente al resultado. Y, creo, pasa lo mismo con el resto de los actores secundarios: público y prensa”.

-¿Es una ventaja al momento de jugar haberte criado en el club?

- No es un detalle decisivo, pero sin dudas el que se formó desde chico, llega de otra manera. En las inferiores se siente el sabor de la semana, te lo dicen todos. Siempre viene uno que te cuenta: mi abuelo prometió tal cosa, mi tío apostó tal otra. Es imposible separarse de eso. Así hasta que te llega la misma situación en Primera. Y el corazón anda más fuerte, la piel cambia, estás en alerta constante, la energía es diferente.

- ¿Guardás algún recuerdo profundo de esos momentos?

-Los partidos en Reserva como preliminar de la Primera. El segundo tiempo lo jugabas a cancha llena, especialmente los últimos 15’. Estadio a pleno, gente a full. Imposible de olvidar eso y mi debut oficial, el día del 3-0 por la Libertadores 2000, la famosa noche que volvió Palermo y marcó el gol.

- ¿Del primero al último de tus Súper, cuánto cambio tu previa?

-Es como si la experiencia te cambiara la silla en la que te sentás. Es más firme, se mueve menos, el respaldo te permite relajar la espalda. Fui muy chico en mi primer Boca-River; fui veterano en el último. En el medio pasó mucho. Era un jugador y una persona distintos. Jugaba un rol diferente en la dinámica del equipo y del vestuario. Así como me apoyé en otros la primera vez, era referencia de algunos la última. Y de ésta, si hubiese sabido que no había otra, lo habría disfrutado más. Todavía no sabía que me iba a retirar cuando jugué mi último superclásico (River 1 Boca 0, Apertura 2010).

Para el ex volante la clave hoy estará en el medio. “Un partido se domina, o no, por lo que haga tu medio contra el otro”, dice y espera que el ganador en esta historia sea su Boca.

Comentarios