Usarán el premio para arreglar la casa y comprar videojuegos

Usarán el premio para arreglar la casa y comprar videojuegos

Rubén Enrique Tapia, vecino de Alberdi, cobró los $ 35.000. También dijo que quiere organizar un festejo con todos sus amigos.

EN FAMILIA. Rubén muestra el cheque; lo rodean su esposa Ceferina y sus hijos Francisco e Isaías. la gaceta / foto de oscar ferronato EN FAMILIA. Rubén muestra el cheque; lo rodean su esposa Ceferina y sus hijos Francisco e Isaías. la gaceta / foto de oscar ferronato
29 Marzo 2014
En los ojos de los cuatro integrantes de la familia Tapia se advertía cansancio. Pero era un cansancio alegre, ese que es resultado del insomnio que causan las grandes alegrías. Ninguno había dormido. Es que de golpe se habían dado cuenta de que iban a poder cumplir algunos de sus sueños. Y esa sorpresa tuvo tanto efecto estimulante en ellos como un par de inyecciones de cafeína pura.

Rubén Enrique Tapia se convirtió en el único ganador de los Números de Oro de LA GACETA y ayer cobró los $ 35.000. Vive en Alberdi y ayer llegó a nuestro diario acompañado por su esposa, Ceferina del Valle, y por sus hijos, Francisco (13 años) e Isaías (de 8).

“Siempre tuve expectativas de ganar. Soy un viejo lector de LA GACETA y participo desde hace mucho tiempo del entretenimiento. En muchas oportunidades había quedado cerca del premio, pero hasta ahora no se me había dado. Incluso, siento que ayer Dios me iluminó: tengo la costumbre de controlar la tarjeta los jueves unos minutos antes de las 18 (los ganadores tienen plazo de presentarse hasta las 18 de ese día). Ayer (por el jueves), en cambio, controlé la tarjeta bien temprano. Eso me dio tiempo de viajar desde Alberdi hasta la capital para presentarme en el diario a tiempo”, contó con alegría.

Prioridades

En cuanto advirtieron que se habían convertido en los ganadores, Rubén y Ceferina hicieron rápidamente una lista de prioridades y coincidieron en que lo primero que deben hacer con el dinero son mejoras en la casa familiar. Pero los chicos se hicieron escuchar.

“Ellos quieren que les compremos una Xbox (una consola de videojuegos). Tienen una Nintendo Wii que nunca pudieron usar porque en cuanto la recibieron le rompieron el joystick. También tienen una Playstation que ya no funciona de tanto que la usaron. Veremos si les podemos dar con el gusto. Pero ellos ya saben que hay otras prioridades”, aclaró el padre.

Cariño

Rubén se mostró sorprendido por las demostraciones de cariño que recibió durante toda la jornada de ayer. “Tengo muchísimos amigos en Alberdi, en Concepción, en Aguilares, la zona de la provincia en la que yo me muevo. El teléfono no dejó de sonar en ningún momento. También me llamaron algunos de mis clientes (es pintor de obras) y eso me causó mucha alegría. Ojalá me alcance para hacer un festejo con todos ellos. Pero lo que yo les digo es que, por lo menos, un café le voy a pagar a cada uno”, concluyó entre risas.

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