La sanción a quienes violen la luz roja

La sanción a quienes violen la luz roja

24 Marzo 2014
Es posible que forme parte de la idiosincrasia tucumana y no es precisamente una virtud. Esa suerte de vocación por quebrantar, violar un precepto, ley o estatuto se ha hecho carne en una buena parte de la ciudadanía, en especial en aquellos que conducen todo tipo de vehículos. Uno de los principales problemas urbanísticos de San Miguel de Tucumán es el tránsito.

En los últimos años, el parque automotor ha crecido considerablemente. Se estima que en la actualidad supera los 400.000 vehículos (automóviles y motocicletas) y el 60% ingresa al centro en algún momento del día y en consecuencia, la circulación es lenta y caótica. El peatón suele ser víctima de esta actitud transgresora. Los vehículos se han adueñado de la ciudad y con frecuencia el transeúnte tiene que estar con todos los sentidos alertas para evitar ser atropellado en las esquinas. Los conductores invaden con frecuencia la senda peatonal y tampoco respetan los semáforos.

Por ejemplo, en las horas pico, hay esquinas que se convierten en un verdadero desafío peatonal para cruzarlas, porque apenas se enciende la luz verde, los conductores arremeten, como sucede en la ochava de Ayacucho con La Madrid y con General Paz. Deberían retardar el paso de la luz roja a la verde para darle tiempo a una persona a cruzar, mucho más si esta padece alguna discapacidad.

La Municipalidad anunció que próximanente se multará a los conductores que pasen el semáforo en rojo. Se han instalado a tal efecto cámaras, cuya ubicación no será revelada. El subsecretario municipal de Tránsito dijo que el objetivo es que las personas se acostumbren a respetar siempre las normas viales, y no que sólo lo hagan cuando el radar está cerca. Dijo que algunos se instalaron en el centro y otros, en sus accesos y que en una segunda etapa, se fotografiará y multará también a aquellos que se detengan sobre la senda peatonal.

Las imágenes de las infracciones en los semáforos serán enviadas a la Universidad Tecnológica Nacional y luego giradas al Tribunal de Faltas que mandará finalmente la fotomulta al domicilio del propietario del vehículo. Según el artículo 57 de la Ley Nacional de Tránsito, la sanción por transgredir la luz roja o detenerse sobre la senda peatonal es de 150 unidades fijas, cada una de ellas equivale al precio de un litro de nafta premium, es decir un monto superior a los $ 1.700, de a acuerdo con el valor actual de $11.50. El transgresor puede optar por el pago voluntario, y en ese caso abonará la mitad.

Con las cámaras en los semáforos, la Municipalidad suma otra herramienta para detectar a los infractores. El año pasado montó radares móviles que dan cuenta de los excesos de velocidad y fotografían a los vehículos estacionados en lugares prohibidos. La Dirección de Tránsito de San Miguel de Tucumán, informó que estas última transgresión constituye el 57% de todas las actas de infracción que se labran en la ciudad.

Desde todo punto de vista, nos parece positivo este control en los complejos semaforizados, porque no sólo cumplirá con la función de descubrir a los infractores, sino que beneficiará al peatón que debería ser el principal protagonista en las calles de la ciudad, como sucede en otras urbes como Mendoza. También se estará defendiendo la vida, incluso de los irresponsables, para quienes violar la luz roja dejará de ser una avivada criolla.

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