Baratos, pero malos
Rosario: desde principios de marzo la bajada de bandera cuesta $10,14 y la ficha $0,50 cada 100 metros. Allí rige la tarifa nocturna para los taxis: $11,58 y $0,58, respectivamente.

Córdoba: también hay tarifas diferenciadas. De día, la bajada de bandera sale $ 10,10, y la ficha cada 110 metros, $ 0,50. De noche los precios se elevan a $11,10 y $ 0,55. El servicio en la capital cordobesa se complementa con remises y remises de lujo, que también funcionan con odómetros.

Mendoza: el último aumento data de noviembre del año pasado. La bajada de bandera pasó a $8,50 y cada 90 metros de recorrido cae una ficha de $0,44.

Mar del Plata: en diciembre la bajada de bandera se fijó en $10 y cada ficha -cae cada 160 metros- cuesta $1.

Salta: el incremento fue paralelo al marplatense, antes de la Navidad del año pasado. La bajada de bandera vale $5,50, y la ficha -cada 100 metros-, $0,53.

El atraso tarifario es incuestionable en Tucumán. La diferencia con otras ciudades del interior radica en la calidad de los taxis. Cada ordenanza que autoriza aumentos en Rosario, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Salta subraya las condiciones en las que debe prestarse el servicio. En Rosario, por ejemplo, el aire acondicionado y el GPS son obligatorios en cada auto desde 2006.

Los taxis tucumanos figuran entre los más baratos del país, pero también entre los peores. En la flota predominan las unidades viejas, sucias y destartaladas. Si el Concejo Deliberante va a subir el precio, ¿por qué no aprovecha de una vez por todas para exigir condiciones decentes de funcionamiento? Por lo menos que los autos estén limpios, que los choferes no fumen mientras conducen y que no se queden unilateralmente con el vuelto por “falta de monedas”. ¿Es un reclamo desmedido?

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