12 años de esclavitud: El costado más doloroso de la injusticia

12 años de esclavitud: El costado más doloroso de la injusticia

Solomon Northup ha nacido libre en el norte de Estados Unidos. Secuestrado y vendido como esclavo aprende a sobrevivir en las plantaciones del sur, sin renunciar al sueño de volver a casa para reencontrarse con su familia. Le toca caer en manos de un amo feroz, alcohólico, obsesionado por la bella y sufrida esclava Patsey.

ORIGEN: Estados Unidos / Gran Bretaña, 2013.
DIRECCIÓN: Steve McQueen
CON: Chiwetel Ejiofor, Lupita Nyong'o, Michael Fassbender
VIOLENCIA: Con escenas
SEXO: Con escenas
COMPRENSIÓN: Fácil
LO BUENO: Notables actuaciones hasta en breves roles secundarios, como el del gran Paul Giamatti.
LA ESCENA: Michael Fassbender látigo en mano; terrible. 


Por esas cosas del arbitrario e incomprensible sistema de distribución cinematográfica “12 años de esclavitud” llega con considerable retraso. Ya sabemos que ganó el Oscar a la Mejor Película y que la Academia premió a Lupita Nyong’o (foto) por su notable interpretación. Lo más antipático del tema es que se habló tanto del filme que la historia y su desenlace son archiconocidos. Nada de sorpresas por ese lado. En fin, miremos el vaso medio lleno y agradezcamos la posibilidad de ver “12 años de esclavitud” en pantalla grande cuando ya parecía un caso perdido.

Que el director (Steve McQueen) y el protagonista de la película (Chiwetel Ejiofor) sean ingleses es todo un dato. A un siglo y medio de la abolición de la esclavitud queda mucho por digerir en la sociedad estadounidense. En la lucha por los derechos civiles todavía hay banderas a media asta por allí. Los prejuicios y el racismo, por ejemplo. No es casualidad que en la historia del cine norteamericano las películas que hacen foco en la esclavitud, en lo que su perversidad implica para la esencia de una nación, sean muy pocas.

McQueen tomó la autobiografía de Solomon Northup y la filmó de la única manera posible: con crudeza. Si los esclavos fueron humillados, mutilados, violados, despojados de su condición humana, ¿a qué metáfora puede apelarse? McQueen expone la sangre y el sufrimiento. Un enfoque válido y honesto si de abordar la maldad y la locura se trata.

Sí, “12 años de esclavitud” es una película cruenta, a la vez tensa. Se percibe en el microclima de la plantación, donde el amo Epps (extraordinario Michael Fassbender) y su esposa (Sarah Paulson, pura gelidez y represión) son dueños de la vida y la muerte. Allí tejen su destino el infortunado Northup (impecable Chiwetel Ejiofor) y Patsey, el personaje que encamina a Lupita Nyong’o hacia el estrellato. Ella colecciona marcas en la piel, pero es en su mirada desesperada donde se leen las infinitas estaciones del via crucis al que se condenó a una raza.

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