Esos cortes raros
Los asados en vacaciones y lejos de casa siempre son una apuesta a la suerte. Pueden salir muy ricos o resultar un desastre, porque uno no sabe qué está comprando ni quién lo está vendiendo. El carnicero puede mostrarse como un sabio en esto, pero a la hora de los bifes es en el momento de probar el asado cuando se sabe si se acertó con la carne.

Y ahí se descubrirá si los consejos del experto que nos vendió unos cortes de nombres extraños fueron acertados. Porque, excepto las costillas, las partes de la vaca suelen llamarse de otro modo en diferentes zonas del país.

En la Costa, el primo puede ser rostbeef, la picana es colita de cuadril, el filet es lomo y el lomo nuestro es bife de chorizo. En algunos supermercados suelen tener un dibujo de la vaca con las partes dibujadas y uno apunta con el dedo y pide: “eso”. Hay quienes se preocupan por memorizar las diferentes denominaciones, pero lo mismo es un problema, porque los cortes no son iguales.

Y puede ocurrir que uno nunca llegue a entenderlo. Como le ocurrió al tío Pepe, que un día dijo “qué rico este asado. ¿Cómo se llama este pedazo?”

- Queperí.

- Qué nombre raro. Nunca me voy a acordar.

- Acordate del quetupí y te vas a acordar.

- ¿Y eso qué es?

- Un pájaro.

El tío Pepe se quedó callado y al tiempo, al volverlo a ver, se quejó de que lo habían hecho pasar vergüenza con “ese corte raro” en la carnicería.

- ¿Por qué? ¿Qué pediste?

- Pajarilla.

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