Nadie va en cana por corrupto

Nadie va en cana por corrupto

Tato Bores | Actor cómico de la Nación.

11 Enero 2014
En época electoral, todos salen con dientes nuevos y bien peinados prometiendo el oro, el moro y la máquina de hacer chorizos. Sacan afiches ofreciendo, como gran mérito, la honestidad. Con lo cual “no robar” pasa a ser una especie de opcional. Ningún coche hace propaganda diciendo que tiene ruedas o parabrisas. Eso es standard. Ponen lo distinto, lo novedoso. Y hoy parece ser que ser honesto, es una especie de GTX Súper de Luxe de la política.

Pero ojo no exageremos, porque ser corrupto tampoco está del todo mal, porque ahora muchos corruptos son tapa de revista, modelos para imitar. Le explico: usted después de transpirar la camiseta como funcionario ha logrado, con su modesto sueldo, adquirir una mansión que reíte de Dinastía. ¿Lo va a ocultar? ¿Se va a avergonzar? Eso era antes, cuando ser chorro significaba una sanción moral. Ahora no, ahora ni bien se enteran vienen de la revista Tujes a sacarle fotos, a usted y a su familia, sentados en la cama comprada gracias a sus afanes... afanes de afanar. Y cuando la gente vea las fotos le dirá a sus hijos: “¿Ves nene? Si querés triunfar ni se te ocurra perder el tiempo en estudiar, ni tampoco seas tan salame de arruinarte el lomo laburando, ¿entendés?”

Además afanar es seguro. Se puede ir en cana por cualquier motivo, incluso se puede ir en cana sin ningún motivo; pero por corrupto, jamás. El que sí va en cana es el ladrón de gallinas. Lo que no se sabe es si va en cana por chorro o por boludo.

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