Propuestas para festejar el Bicentenario de 2016

Propuestas para festejar el Bicentenario de 2016

22 Diciembre 2013
Hay acontecimientos que bien valen “tirar la casa por la ventana” -como se dice popularmente-, no sólo por su importancia histórica, sino por lo que representan para todos los habitantes de un país. La declaración de la independencia es uno de los episodios centrales de cualquier nación. La celebración de nuestro bicentenario está cada vez más próximo: restan poco más de 30 meses para el 9 de Julio de 2016 y generaba inquietud el hecho de que no se registraban acciones vinculadas a propuestas y preparativos del magno festejo. Hace pocos días, la Fundación Miguel Lillo impulsó la firma de un documento para generar proyectos de trabajo.

Participan de la convocatoria la Federación Económica de Tucumán, la Sociedad Rural, el Arzobispado, la CGT-Regional Tucumán y la Fundación Lillo. La propuesta es diseñar un plan de acción que desembarque el 9 de julio de 2016. “Debemos superar la inmadurez crónica y las irresponsabilidades de los años mozos. La ausencia casi total del sentido institucional y republicano que nos ha llevado a caminos de personalismos excesivos, debe ser sustituida por la irrevocable decisión de someternos a la ley y a los postulados emergentes de una inteligencia colectiva que procure el consenso y la concordia. Hay que quebrar las rutinas y la inercia que son la causa de los renunciamientos, especialmente el de pensar. Proponemos que nuestra condición de habitantes sea superada por la de ciudadanos orgullosos, comprometidos con el prójimo y el bien común”, dice el documento. En otro tramo, señala: “Se trata de construir nuevos cimientos que exigen esfuerzo y no lucen ni traen réditos inmediatos. Es una inversión a largo plazo. No se compadece con los tiempos de una práctica política que debemos superar. Para generar o coadyuvar a esa toma de conciencia colectiva sobre la necesidad de incorporar una cosmovisión distinta, es menester producir hechos que de algún modo conmocionen y estimulen una sensación colectiva inercialmente abatida”.

Algunas de la ideas propuestas son declarar San Miguel de Tucumán como capital de la República durante todo julio de 2016; la construcción de un entorno histórico para jerarquizar la manzana de la Casa Histórica; acciones que apunten a embellecer Tucumán para recuperar el Jardín de la República; la realización de los congresos Mundial de Derecho Constitucional y Nacional de Historia; la construcción conmemorativa del Bicentenario, con un proyecto donado por el arquitecto César Pelli; la realización de una exposición nacional en la Sociedad Rural, así como un feria de todas las colectividades que pueblan la provincia y la implementación en la educación primaria, secundaria y universitaria de la puesta en valor de la cultura del Bicentenario. Se invitará al sector público a sumarse a esta convocatoria.

En buena hora que entidades civiles y gremiales hayan confluido en un espacio común para intentar concretar propuestas. A comienzos de abril de 2009, el Gobierno había anunciado que iba a invitar a más de 150 instituciones de la provincia para discutir y consensuar un documento final sobre los objetivos y metas en los aspectos sociales, económicos y productivos, en vista del Bicentenario. Sin embargo, poco o nada se hizo al respecto.

Sería positivo si a esta iniciativa de la Fundación Lillo, se sumaran con cierta premura desde universidades hasta bancos, pasando por otras instituciones culturales, científicas y el mismo Gobierno, para intentar cristalizar algunas de las propuestas u otras que se añadan en el escaso tiempo -dos años y medio- que queda para llegar con alguna dignidad a la celebración de tan magno acontecimiento, en el que Tucumán será el centro de las miradas de todo el país y de una buena parte del mundo, mucho más si se concreta la visita del papa Francisco.

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