La droga traspasa la frontera del norte del país y llega a Tucumán

La droga traspasa la frontera del norte del país y llega a Tucumán

Magistrados federales explicaron que los estupefacientes son ingresados al país por aire, tierra y agua. Desde Bolivia entra preferentemente cocaína, en tanto que desde Paraguay se introduce marihuana. Piden más radares y escáneres para realizar los controles. En Tucumán no se observaron grandes organizaciones proveedoras de narcóticos. Modalidad "Convoy".

La droga traspasa la frontera del norte del país y llega a Tucumán
15 Noviembre 2013

Grupos estancos, encapsulados en un determinado sector, sin conexión aparente con otras organizaciones del narcotráfico. Así son las bandas que actúan en la provincia, según las caracterizó el juez Federal N° 1 Daniel Bejas. "No es que no pueda haber una conexión, sino que no se han visto esos casos", aclaró el magistrado.

Bejas coincidió con la vocal de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, Graciela Fernández Vecino, en que en la provincia prolifera la venta al menudeo. "Se ha transformado en una actividad laboral de carácter familiar. Si detenemos al padre, después vende la esposa, si no la abuela; participan los hijos, o están los menores en la puerta avisando si hay algo extraño", describió el juez.

"Las personas que fueron detenidas y procesadas por venta de droga son las que realizan esta venta al menudeo. No hubo casos de detenciones de narcotraficantes", expresó Fernández Vecino.

La magistrada aseguró que Tucumán no es una zona de producción porque no hay plantaciones de hojas de coca, y que no tiene ingreso directo de droga, sencillamente porque no tiene fronteras con otros países. "Pero sí llega la cocaína pura o pasta base, la que luego es estirada para la venta. Hay que mejorar los controles de venta de los precursores químicos, con los que realizan esa tarea", dijo Fernández Vecino.

Cerrar las fronteras

La camarista aseguró que hay que radarizar y cerrar las fronteras, haciendo más rigurosos los controles de paso. Además, explicó que el problema es grave en la frontera norte. "La droga ingresa por aire y por tierra desde Bolivia, y por agua desde Paraguay", dijo.

El modus operandi de los narcotraficantes para ingresar la droga al país sería el siguiente: por agua, atraviesan el Río Pilcomayo desde Paraguay en pequeñas embarcaciones, utilizando preferentemente a "mulas" (personas que ingieren la droga en cápsulas y que las expulsan una vez que cruzaron las fronteras). Desde Formosa, distribuyen luego los estupefacientes a distintas provincias del país. Esta operatoria se repite en la frontera boliviana, en el límite con Aguas Blancas.

Los aviones que transportan droga lo hacen desde Bolivia y Paraguay, y arrojan el cargamento en descampados de Salta, Santiago del Estero y Santa Fe, donde es recogido en vehículos para su distribución. Fernández Vecino dijo que es imprescindible fortalecer el denominado "Escudo Norte", formado por un grupo de radares que detectan vuelos no autorizados.

"Nadie discute que la cocaína viene de Bolivia y la marihuana de Paraguay, pero con estos países no se han hecho gestiones diplomáticas para impedirlo", manifestó el constitucionalista Jorge Gentile, profesor emérito de la Universidad Nacional de Córdoba.

Gentile comentó que en diciembre de 2008, el entonces ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández, firmó un acuerdo con el Gobierno de Bolivia para "coordinar la lucha contra las drogas y de las fuerzas de seguridad de ambos países para reprimir el narcotráfico, particularmente en el transporte de las sustancias químicas usadas para fabricar cocaína". En dicho convenio, se declaró que la hoja de coca es inofensiva para la salud, dijo el constitucionalista.

Traslado en convoy

El ingreso de la droga por tierra tiene distintas modalidades. Una de las nuevas formas, según Fernández Vecino, es circular en grupo de vehículos. De esa manera, cuando se encuentran con un control de Gendarmería Nacional en la ruta, los enfrentan. "Esos grupos se vuelven imparables para los cinco o seis hombres que están en el puesto de control", consideró la magistrada.

También están quienes llevan los estupefacientes en bolsos, viajando en colectivos como pasajeros. "Hubo operativos en los que se detectó esa modalidad, pero esa droga generalemente no viene a Tucumán, sino que va de paso hacia otro destino", explicó Bejas. Las dos rutas que conducen al norte del país (la 9 y la 34) son las vías principales de los narcotraficantes, que se las ingenian para camuflar la droga. "Hay que utilizar los escáneres que tiene la Aduana", dijo Bejas. Fernández Vecino, por su parte, consideró que esos elementos servirían para revisar rápidamente más vehículos.

"Sin los escáneres, hay que hacer que cada camión deba abrir toda la carga", ejemplificó la camarista.

Pequeños proveedores

A pesar de estas modalidades, los magistrados federales coincidieron en que no se observaron grandes organizaciones proveedoras en la provincia. "Los vendedores pueden hacer un tour de compra a Bolivia y volver con un kilo de droga, que estirada puede significar muchísima cantidad", afirmó el juez Federal.

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