Tensa disputa por la administración de las Ruinas de Quilmes

Tensa disputa por la administración de las Ruinas de Quilmes

Exigen el alejamiento de un ex cacique

PAISAJE. Las Ruinas son una de las atracciones turísticas de la provincia. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL PAISAJE. Las Ruinas son una de las atracciones turísticas de la provincia. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
09 Noviembre 2013
Cruces entre los miembros de una comunidad. Críticas y denuncias de presuntos hechos de corrupción. Por estas horas, en los Valles Calchaquíes se cierne una tensa disputa por el manejo administrativo de las Ruinas de Quilmes, o la Ciudad Sagrada, como la llama la comunidad aborigen que habita en la zona.

Desde hace dos días, integrantes de los pueblos originarios mantienen una protesta en el lugar y exigen que la actual comisión directiva que maneja la administración de la histórica ciudadela sean separados de sus cargos.

Según confirmó ayer a LA GACETA la comunera de Quilmes Soledad Emma, unos 50 manifestantes realizan una toma pacífica de uno de los principales destinos turísticos de Tucumán.

"Los comuneros del pueblo de Quilmes estamos realizando una toma pacífica de la Ciudad Sagrada porque quienes la administran hace seis años jamás rindieron un solo centavo de las entradas que se les cobra a los turistas. Es por eso que hemos decidido hacernos cargo del control de la boletería", explicó Emma. "Quilmes es un solo pueblo. Y nuestra comunidad está formada por 14 organizaciones de base. Quienes descendemos directamente de los Quilmes somos unas 600 personas", agregó una de las representantes.

Sobre el manejo de los fondos de las Ruinas, Emma criticó a Francisco Solano Chaile, quien actualmente está a cargo de la administración y cuyo mandato como cacique -según dijo- expiró en diciembre de 2012.

"Durante seis años hemos mirado como sapos de otra laguna cómo lucraban con la Ciudad Sagrada. Jamás nos tuvieron en cuenta y tampoco nos dieron trabajo a los legítimos descendientes de nuestros ancestros. Al contrario, nos mandan a la Policía, nos quieren atropellar. Estamos muy enojados, queremos decir basta. Jamás se acordaron de las instituciones. Solamente se llenaron los bolsillos", renegó. "Queremos aclarar que no estamos impidiendo la entrada a los turistas. Es una toma pacífica y simbólica. Chaile y sus seguidores les deben rendir cuenta a sus hermanos comuneros", agregó. Y afirmó que no se van a marchar. "Sólo nos iremos si hay una orden de la Justicia. Somos respetuosos. De lo contrario seguiremos con la medida de fuerza", concluyó.

Por su parte, el delegado de base de la localidad El Rincón Juan Santiago Santos informó que se suspendió la elección de cacique que estaba prevista para este lunes. "Estamos en una lucha contra la corrupción en la comunidad. Los dirigentes están desde hace muchos años en el poder y no han hecho rendición de cuentas", señaló. "Nosotros estamos desde hace tres años en el Consejo de Delegados para tratar de que esta gente rinda cuenta de sus actos. Ahora hemos tomado el complejo arqueológico de las ruinas de Quilmes, que hasta ayer estaba en manos de Chaile, Sergio Condorí y Rafael Condorí", adelantó el manifestante.

Además, el Concejo de Delegados le solicitó a las autoridades del Ente Tucumán Turismo que ponga en stand by un convenio que el organismo suscribió en octubre con la actual administración de la Ciudad Sagrada. "Ese acuerdo no fue autorizado por una asamblea legítima", señaló Santos.

Hasta última hora de ayer, LA GACETA intentó comunicarse telefónicamente con Chaile, pero éste no atendió a la requisitoria periodística.

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