Los muertos en vida coparon el centro de Tucumán

El debate era si ya había pasado o no Halloween. Un curioso de ocho años aseguraba que no y le pegaba tincazos a quien se animara a discutirle. A pesar de eso se impuso el sí: la celebración yanqui por excelencia ya había pasado, pero Tucumán la celebraba, aunque a destiempo, con una masiva caminata zombi que arrancó en la plaza Urquiza y terminó en la Independencia.

Era una siesta muerta de domingo, en la que los únicos vivos a las cuatro de la tarde era los muertos-vivos que se encontraron en la plaza estrella de Barrio Norte. La de ayer fue la cuarta edición de la Zombie Walk (su nombre en inglés), un evento que se realiza en muchas ciudades del mundo y que ya se ha instalado en la nuestra. A decir verdad, vino para quedarse en nuestra provincia, porque ayer participaron disfrazados de Concepción, Bella Vista, Tafí Viejo y de varios barrios de la capital (Barrio Norte, Villa Carmela, Villa Angelina, Los pinos, El Bosque).

Desde "La perla del sur" vino Elizabet Díaz, una mujer de 41 años y siete hijos, cuatro de los cuales se animaron a acompañarla: Rocío (13), los mellizos Gastón y Ezequiel (16) y Mel (18). Sin pensarlo pero sí queriéndolo, Elizabet, disfrazada de bruja, fue la encargada de maquillar a más de 50 muertos vivos que se sumaron al evento espontáneamente. Plasticola, servilletas de papel y pintura roja para repostería eran los ingredientes que la bruja utilizó en su pócima para fabricar cicatrices y lastimaduras en los cuerpos. "A mí me gustan las películas de terror; nos enteramos de esto por LA GACETA y nos vinimos de Concepción, fue idea mía y los chicos se prendieron. Y bueno, además soy una bruja hecha y derecha", confesó Elizabeth.

Después del ritual del maquillaje, alrededor de las 18 comenzó la caminata por 25 de Mayo. Los zombis gritaban y obligaban a desperezarse a los que andaban por el centro cafeteando. Nadie hacía mala cara ni parecía asustarse, ni siquiera los niños, y si tenían cámaras a mano se plegaban a las filas para quedarse con algunas imágenes. Era una verdadera procesión en la que apareció hasta un Jesucristo versión zombi, que estrechó fuerzas con su par mitológico Zeus.