Asesinó a su esposa en Famaillá y luego huyó

Asesinó a su esposa en Famaillá y luego huyó

Le confesó el crimen a una de sus hijas.

29 Octubre 2013
"Mi mamá está muerta", les dijo desesperada una joven de 19 años a los policías que se encontraban en la comisaría de Famaillá, ayer a la mañana. Los uniformados fueron con ella hasta su casa del barrio 120 Viviendas y confirmaron el crimen.

En una habitación desocupada del fondo, acostada sobre una frazada, estaba Graciela del Valle Pereyra con un tiro en la sien. Según fuentes policiales, la mujer de 39 años aparentaba llevar varias horas sin vida. A un costado del cuerpo había quedado el arma que utilizó el homicida, un revólver calibre 32.

Sería un mensaje de texto que llegó al celular de una de las dos hijas de la víctima el que resolvió el crimen. Las fuentes indicaron que el esposo de Pereyra y padre de ambas jóvenes, le confesó a una de sus hijas que había asesinado a su mamá y le pidió perdón por haberlo hecho.

De inmediato intervino personal de la división Homicidios, Criminalística, Policía Científica y de la Fiscalía de la II° Nominación del Centro Judicial Monteros. Los peritos se encargaron de buscar huellas del homicida, que a esa hora ya se había dado a la fuga.

Al mismo tiempo, los uniformados de la comisaría local entrevistaban a los vecinos del matrimonio. De esa manera supieron que la pareja solía mantener violentas discusiones en su casa, que la relación sentimental parecía estar terminada desde hace un tiempo y que el hombre ya habría amenazado a su esposa con anterioridad.

El crimen ocurrió durante la madrugada de ayer. El homicida habría aprovechado que sus dos hijas habían salido el domingo a la noche para asesinar a Pereyra. Cuando las jóvenes regresaron, descubrieron el hecho.

Buscado

La Policía se negó a difundir demasiados datos del homicida, a quien buscaban desde ayer a la mañana. No obstante, se supo que el hombre tiene 45 años y que se dedicaba a realizar viajes a Bolivia para traer la mercadería que luego vendía su esposa en un local de ropa. Ayer los uniformados rastrillaron distintos puntos de Famaillá y no pudieron dar ni con el hombre ni con la camioneta que utilizaba para realizar esos viajes, que no era de su propiedad.

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