16 Octubre 2013
ROMA.- La Armada italiana rescató a unos 300 inmigrantes en aguas entre Sicilia y Libia; y el Gobierno de Roma desplegó barcos, helicópteros y aviones no tripulados para ayudar a evitar más naufragios, en los que se han ahogado cientos de personas este mes.
Una fragata y una patrulla naval zarparon a última hora del lunes cuando dos embarcaciones distintas de inmigrantes usaron teléfonos satelitales para pedir ayuda. Los damnificados fueron rescatados y trasladados a la isla de Lampedusa. Las embarcaciones se arriesgaron a la peligrosa travesía a pesar de un naufragio el 3 de octubre en el que murieron más de 360 inmigrantes, la mayoría eritreos, a menos de un kilómetro de Lampedusa. El viernes pasado, al menos 34 inmigrantes más se ahogaron al volcar su bote, aunque la cifra real podría estar por encima de los 200.
Lampedusa, ubicada el suroeste de Sicilia y a sólo 113 kilómetros de la costa de Túnez ha sido un peldaño para los inmigrantes en busca de una vida mejor en Europa durante dos décadas. La guerra civil siria y los disturbios en Egipto y otros países árabes y africanos están aumentando el flujo de refugiados, muchos de los cuales tienen que atravesar una cada vez más inestable Libia en su huida.
Para tratar de detener el flujo de embarcaciones precarias e impedir más tragedias, Italia comenzó a aumentar su presencia militar en las aguas entre Italia, Túnez y Libia. Desplegará un barco anfibio de asalto con un hospital a bordo y helicópteros de largo alcance, cinco embarcaciones y varios helicópteros más y un avión equipado con visión nocturna, además de aeronaves no tripuladas.
"Será una operación militar y humanitaria para reforzar la vigilancia y las capacidades de rescate en mar abierto que aumentará los niveles de seguridad y salvará vidas", aseguró el ministro de Defensa italiano, Mario Muro.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias están preocupadas sobre la creciente militarización de la frontera. Esto puede impedir que los refugiados se ahoguen pero también podría dejar a muchos de ellos varados en el desierto del Sahara o en manos de milicias libias y grupos de crimen organizado, que son conocidos por haber golpeado, violado y aprisionado inmigrantes en el pasado.
En tanto, el gobernador de Sicilia declaró el estado de emergencia en toda la provincia por la gran cantidad de inmigrantes que llegan a la isla. La junta de gobierno de la región de Sicilia, bajo la presidencia del gobernador regional Rosario Crocetta, aprobó la declaración del estado de emergencia por lo que denominan "desembarcos en Sicilia". El objetivo de la declaración es darle más herramientas a la Defensa Civil siciliana en relación a la emergencia de los desembarcos, y lograr que el gobierno nacional apruebe normas que nos permitan ser más eficaces y eficientes en la recepción.
Informes que llegan desde La Valeta, capital de la isla de Malta, advertían ayer de un naufragio que habría ocurrido el viernes en el que podrían haber muertos entre 50 y 200 inmigrantes. El primer ministro maltés, Josep Muscat, dijo que una embarcación habría naufragado entre Malta y Lampedusa. Según datos de la ONU, este año ya llegaron a Malta e Italia alrededor de 32.000 inmigrantes. (Reuters-Télam-DPA)
Una fragata y una patrulla naval zarparon a última hora del lunes cuando dos embarcaciones distintas de inmigrantes usaron teléfonos satelitales para pedir ayuda. Los damnificados fueron rescatados y trasladados a la isla de Lampedusa. Las embarcaciones se arriesgaron a la peligrosa travesía a pesar de un naufragio el 3 de octubre en el que murieron más de 360 inmigrantes, la mayoría eritreos, a menos de un kilómetro de Lampedusa. El viernes pasado, al menos 34 inmigrantes más se ahogaron al volcar su bote, aunque la cifra real podría estar por encima de los 200.
Lampedusa, ubicada el suroeste de Sicilia y a sólo 113 kilómetros de la costa de Túnez ha sido un peldaño para los inmigrantes en busca de una vida mejor en Europa durante dos décadas. La guerra civil siria y los disturbios en Egipto y otros países árabes y africanos están aumentando el flujo de refugiados, muchos de los cuales tienen que atravesar una cada vez más inestable Libia en su huida.
Para tratar de detener el flujo de embarcaciones precarias e impedir más tragedias, Italia comenzó a aumentar su presencia militar en las aguas entre Italia, Túnez y Libia. Desplegará un barco anfibio de asalto con un hospital a bordo y helicópteros de largo alcance, cinco embarcaciones y varios helicópteros más y un avión equipado con visión nocturna, además de aeronaves no tripuladas.
"Será una operación militar y humanitaria para reforzar la vigilancia y las capacidades de rescate en mar abierto que aumentará los niveles de seguridad y salvará vidas", aseguró el ministro de Defensa italiano, Mario Muro.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias están preocupadas sobre la creciente militarización de la frontera. Esto puede impedir que los refugiados se ahoguen pero también podría dejar a muchos de ellos varados en el desierto del Sahara o en manos de milicias libias y grupos de crimen organizado, que son conocidos por haber golpeado, violado y aprisionado inmigrantes en el pasado.
En tanto, el gobernador de Sicilia declaró el estado de emergencia en toda la provincia por la gran cantidad de inmigrantes que llegan a la isla. La junta de gobierno de la región de Sicilia, bajo la presidencia del gobernador regional Rosario Crocetta, aprobó la declaración del estado de emergencia por lo que denominan "desembarcos en Sicilia". El objetivo de la declaración es darle más herramientas a la Defensa Civil siciliana en relación a la emergencia de los desembarcos, y lograr que el gobierno nacional apruebe normas que nos permitan ser más eficaces y eficientes en la recepción.
Informes que llegan desde La Valeta, capital de la isla de Malta, advertían ayer de un naufragio que habría ocurrido el viernes en el que podrían haber muertos entre 50 y 200 inmigrantes. El primer ministro maltés, Josep Muscat, dijo que una embarcación habría naufragado entre Malta y Lampedusa. Según datos de la ONU, este año ya llegaron a Malta e Italia alrededor de 32.000 inmigrantes. (Reuters-Télam-DPA)
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