26 Agosto 2013
Aunque los resultados de la autopsia se conocerán oficialmente hoy, fuentes policiales indicaron que Irma Raquel Mayorga habría fallecido luego de ser golpeada con un hierro. Las sospechas están dirigidas a Carlos Oscar Ferreyra, su marido, quien padecería de demencia senil.
De acuerdo a la información brindada por los investigadores, el fiscal de Instrucción Arnoldo Suasnábar pidió la detención de Ferreyra, quien está preso desde el viernes a la siesta, luego de que se conociera la muerte de su esposa.
El hallazgo del cuerpo se produjo pasadas las 12.30. Mayorga estaba acostada en la cama del departamento del primer piso de San Juan 1.114, en el que vivía con su marido. Estaba tapada, según contaron a LA GACETA los peritos que inspeccionaron el lugar, y luego de una primera revisión médica se descubrió que tenía un fuerte golpe en la nuca.
Suasnábar ordenó que se realizara una autopsia, la que habría determinado que la golpearon con "un objeto contundente", según dijeron las fuentes de la investigación consultadas.
Los familiares que brindaron su declaración en las primeras horas a la Policía habían dicho que Ferreyra sufría de demencia senil. Sin embargo, los vecinos afirmaron que nunca vieron algún tipo de agresión o violencia entre ellos.
La víctima tenía 71 años y era la dueña de una farmacia que funciona en la planta baja del edificio. Su marido tiene 81 años y según los vecinos tenía un taller de herrería en el fondo de la propiedad.
De acuerdo a la información brindada por los investigadores, el fiscal de Instrucción Arnoldo Suasnábar pidió la detención de Ferreyra, quien está preso desde el viernes a la siesta, luego de que se conociera la muerte de su esposa.
El hallazgo del cuerpo se produjo pasadas las 12.30. Mayorga estaba acostada en la cama del departamento del primer piso de San Juan 1.114, en el que vivía con su marido. Estaba tapada, según contaron a LA GACETA los peritos que inspeccionaron el lugar, y luego de una primera revisión médica se descubrió que tenía un fuerte golpe en la nuca.
Suasnábar ordenó que se realizara una autopsia, la que habría determinado que la golpearon con "un objeto contundente", según dijeron las fuentes de la investigación consultadas.
Los familiares que brindaron su declaración en las primeras horas a la Policía habían dicho que Ferreyra sufría de demencia senil. Sin embargo, los vecinos afirmaron que nunca vieron algún tipo de agresión o violencia entre ellos.
La víctima tenía 71 años y era la dueña de una farmacia que funciona en la planta baja del edificio. Su marido tiene 81 años y según los vecinos tenía un taller de herrería en el fondo de la propiedad.
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