18 Agosto 2013
Dos episodios de Alicia en el país de las maravillas sirven como respuesta. El primero es el que narra el encuentro de la niña con el unicornio, donde ella sin temor le dice: "-¿Sabes una cosa? yo creía que ustedes eran monstruos fabulosos ¡Nunca había visto a uno de verdad! Ahora que los dos nos hemos visto -yo creeré en vos, si vos crees en mí".
El segundo late en el inquietante "¿quién eres?", planteado por la oruga a la protagonista. De ambas situaciones se desprenden cabales respuestas sobre los beneficios que la literatura brinda a los chicos: alimenta la imaginación, ejerce una función liberadora, proyecta sentimientos de justicia, ayuda a elaborar conflictos, permite gozosos descubrimientos y brinda apoyo emocional.
© LA GACETA
Honoria Zelaya de Nader - Doctora en Letras. Miembro de número de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil.
El segundo late en el inquietante "¿quién eres?", planteado por la oruga a la protagonista. De ambas situaciones se desprenden cabales respuestas sobre los beneficios que la literatura brinda a los chicos: alimenta la imaginación, ejerce una función liberadora, proyecta sentimientos de justicia, ayuda a elaborar conflictos, permite gozosos descubrimientos y brinda apoyo emocional.
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Honoria Zelaya de Nader - Doctora en Letras. Miembro de número de la Academia Argentina de Literatura Infantil y Juvenil.
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