Una estatua del "Flaco" Spinetta promete mantener viva su historia

Una estatua del "Flaco" Spinetta promete mantener viva su historia

El monumento fue realizado por Fernando Pugliese. Un tucumano relata cómo fue el acto para recordar al músico

SU AUTOR. Fernando Pugliese posa junto a su más reciente obra. GENTILEZA VíCTOR CHOCOBAR SU AUTOR. Fernando Pugliese posa junto a su más reciente obra. GENTILEZA VíCTOR CHOCOBAR
29 Julio 2013
"Es verdad. Mucha gente en este país merece una estatua en su homenaje. Y todavía no lo tienen. Pero una de esas figuras es, indudablemente, Luis Alberto Spinetta y desde el sábado tiene su monumento en el barrio de Villa Urquiza, a pocas cuadras de la casa en la que habitó sus últimos años". Así relata su experiencia el tucumano Víctor Chocobar, que asistió a la inauguración del monumento, de tamaño natural, que muestra al "Flaco" sonriente, con una guitarra roja colgada y anteojos tornasolados.

Por iniciativa de los vecinos; por el empeño de Romina Roselló, admiradora; y por la Comuna 12, que también incluye geográficamente al barrio de Belgrano que lo vio nacer, se encomendó la estatua de Spinetta al escultor Fernando Pugliese. El artista y también abogado, de 74 años, es el autor del conjunto que homenajea a Olmedo y Portales, a Sandro, a Mercedes Sosa y tiene en proyecto esculturas de Atahualpa Yupanqui, Tato Bores y otros emblemas de la cultura popular de nuestro país.

Chocobar describió de esta forma a esa tarde memorable para el rock: "la siesta porteña del sábado fue grata, el sol brilló en el cielo diáfano. Una multitud se congregó en una de las esquinas; fue tanta que obligó a desviar el tránsito. Una cobertura metálica envolvía la escultura. Puntualmente se descorrieron las tapas y la figura del "Flaco" apareció como en un escenario teatral, ante el aplauso y la emoción de todos".

El autor de la estatua, hermano de "Nono" Pugliese, explicó ante el público el porqué de este homenaje. "Spinetta transformó el rock, le dio poesía y armonía nacional. Su figura era muy simple, nunca necesitó de la parafernalia del espectáculo para hacer trascender su arte. Por eso la escultura es así, sencilla, para que llegue de manera accesible a toda la gente", destacó el escultor.

Al pie de la figura de Spinetta, se grabaron en una placa de bronce tres versos de su inmortal "Barro tal vez": "Ya lo estoy queriendo/ya me estoy volviendo canción/barro tal vez".

Algunos músicos, en una pequeña tarima con piano y guitarra, recrearon las canciones de Spinetta, que la gente coreaba entre lágrimas. Dos de ellos, Emilio del Guercio y Bernardo Baraj, se mostraron conmovidos y lo recordaron ante el público que ansiaba escuchar anécdotas de sus amigos y ex compañeros. "Está bien que la estatua esté aquí. El Bajo Belgrano ya no es el barrio que era cuando con Luis éramos chicos. Villa Urquiza es un barrio muy lindo, de gente buena, de barrio y Luis lo eligió para vivir", analizó Emilio. "Me pongo muy triste cuando estoy solo y lo recuerdo, pero ahora me da alegría ver tanta gente que viene a homenajearlo", siguió su compañero en Almendra.

Para Baraj, que hace una semana estuvo en Tucumán con la banda "Alma y Vida", con este acto se hizo justicia, algo que debería repetirse con otros artistas. "En el caso de Spinetta es un homenaje a su don de gente, a lo tan buena persona que fue", dijo el saxofonista que tocó con el "Flaco" durante 1978, cuando se acercó al jazz, aunque no llegaron a grabar juntos.

La siesta se hizo tarde en Villa Urquiza. La gente también aplaudió el anuncio de la iniciativa de rebautizar la calle Iberá -donde el enamorado de la muchacha ojos de papel murió el 8 de febrero de 2012- con el nombre de Luis Alberto Spinetta, cuenta Chocobar. Y concluye: Buenos Aires logró así tener, en una esquina emblemática, "un vecino que no se fue nunca y que estará desde el material cantándonos sus canciones".

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