Realidades paralelas
El microcentro fue diferente. Cercado por el conflicto entre vendedores ambulantes y policías, parecía una urbe de domingo o de feriado, en la que todo estaba trastocado: había automovilistas que, obligados por los cortes, circulaban a contramano, peatones que caminaban por el medio de la calzada con placer de carnaval, y comerciantes que miraban los nubarrones de un día de ganancias perdidas, mientras afuera del cerco ardía el caos de los embotellamientos. Y una ciudadanía que no comprendía qué ocurría. También LA GACETA fue diferente. El trabajo cotidiano se hizo como siempre, pero el embargo por el fallecimiento de Guillermo García Hamilton, vicepresidente de nuestro diario, circulaba silencioso por los pasillos y se colaba en cada escritorio. Y las palabras de despedida en el sepelio tenían ecos en la redacción. Así se hizo el diario de hoy, con aires de extrañeza y de cierto desconcierto.

Comentarios