Ángeles: un taxista dijo que Mangeri se subió a su auto con una bolsa que se movía

Le dijo que era un perro atropellado y con una maza lo "garroteo".

COMPLICADO. El testimonio del taxista complicaría aún más a Mangeri. FOTO TOMADA DE CLARIN.COM COMPLICADO. El testimonio del taxista complicaría aún más a Mangeri. FOTO TOMADA DE CLARIN.COM
02 Julio 2013
BUENOS AIRES.- Un taxista se presentó ayer por la tarde ante el juez de instrucción Javier Ríos y aportó información en la causa del crimen de Angeles Rawson. Según el testimonio del hombre, la tarde en que la adolescente fue asesinada, llevó a Jorge Mangeri hasta el predio del Ceamse, en Colegiales, lugar donde se encontró el cuerpo.

La situación del portero se complica aún más, dado que según el taxista agregó que Mangeri llevaba consigo dos bolsas grandes de consorcio, que cargó en el baúl de su auto y que, al llegar al lugar, el contenido de una de esas bolsas se movió y el portero le dijo que se trataba de un perro atropellado.

El hombre, quien manejaba un taxi Volkswagen Polo, dijo que recordó lo que le había ocurrido al ver las imágenes del crimen por televisión. Según explicó, se tardó en declarar porque estaba atemorizado.

En su declaración, el testigo contó Mangeri le tuvo que pedir ayuda a unos chicos que pasaban por el lugar para cargar las bolsas y, luego, le pidió al taxista que lo traslade hasta el Ceamse, en Colegiales. Cuando abrieron el baúl para descargar las bolsas, el contenido de una de ellas se movió y Mangeri dijo que se trataba de un perro atropellado, tras lo cual le pidió a los empleados del Ceamse algo para golpearlo. "Le trajeron una maza, de mango corto pero de martillo grande. Mangeri lo garroteó", dijo el taxista.

Luego, el pasajero le entregó dinero a quienes lo ayudaron y solicitó al taxista que lo llevara nuevamente hasta la esquina de Ravignani al 2300. Por último, el taxista agregó que el baúl de su auto había quedado manchado con sangre, pero que lo había lavado. El auto Polo fue entregado ayer a los investigadores y perito de la Policía Científica comenzaron a trabajar en busca de rastros. (Télam).

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