El mundo sigue siendo favorable

El mundo sigue siendo favorable

19 Mayo 2013

Pasaron cinco años de la explosión de la burbuja subprime, y aún perduran las secuelas en la economía internacional. El principal síntoma es el bajo crecimiento del comercio mundial. Europa aún está estancada y EEUU se recupera algo más rápido a medida que el mercado inmobiliario empieza a mostrar indicios de recuperación. El escenario se presenta con abundante liquidez, tasas bajas, dólar débil y precios de commodities sostenidos. Si bien la Argentina no accede al crédito internacional, las condiciones de liquidez global y precios de commodities (la soja vuelve a cotizar en torno de los U$S 550) siguen siendo favorables para el país. Esto es lo que hace difícil aceptar el diagnóstico que tiene el gobierno de que no ayuda el contexto externo y las restricciones vigentes en el mercado cambiario

La recuperación de la cosecha, tras la sequía del año pasado, está generando desde abril, y hasta entrado junio, dólares adicionales a la economía. Mientras tanto, las reservas siguen deteriorándose y muestras pocos síntomas de recuperación en lo que va de mayo. Esta situación responde a la demanda de dólar a cotización oficial mediante importaciones de bienes y servicios, pagos con tarjetas en dólares, y giros de dividendos autorizados, pago de vencimientos en dólares de la deuda pública, y la caída en el precio del oro que algo impactan en las reservas.

El hecho de que los precios de los principales productos de exportación de Argentina, se mantengan elevados, impactará positivamente en el nivel de actividad al finalizar el segundo trimestre. Pero, más allá de los efectos en la coyuntura, hay que tener en cuenta que el contexto internacional para Argentina de la última década ha sido altamente favorable, y esta tendencia se mantiene. Argentina tuvo y tiene una oportunidad histórica. Esto se refuerza si se observa la evolución del precio de la soja, uno de los productos de la canasta exportadora argentina que más se incrementó en los últimos años. Alcanza valores no registrados en los últimos 30 años.

Se trata entonces de una situación altamente beneficiosa que implica un doble desafío: aprovechar las condiciones que se derivan de este marco quebrando la tendencia de estancamiento secular que caracteriza a la economía argentina y disminuir la enorme volatilidad de la macroeconomía argentina. Si bien la economía ha mostrado picos de expansión importantes, coincidente, en general, con un ciclo externo favorable, no ha logrado hacer sostenible su crecimiento. Este es el desafío.

La cuestión es que si bien no hay peligros inminentes de una crisis macroeconómica, hay problemas que se van acumulando y esto eleva la dosis de incertidumbre. Es claro que el inconveniente no es expandir la economía, sino empezar a transitar el sendero del desarrollo económico que no es un proceso simple. Requiere establecer condiciones propicias para un incremento de la productividad. Ello exige, complementar las dimensiones macro y microeconómica para generar condiciones de competitividad genuina. Se trata de incorporar una visión de naturaleza sistémica. En Argentina las decisiones económicas se toman con una visión de corto plazo basadas sólo en la coyuntura. Propio de la incorporación de una conducta en permanente crisis.

El momento de oportunidad por el que atraviesa el país exige el diseño de una macroeconomía que cree los incentivos adecuados para que los recursos productivos se utilicen de la mejor manera posible. El mundo continúa brindando la oportunidad.

PRECIO DE LA SOJA

(U$S/tonelada FOB golfo) 

Promedio Histórico

Promedio década del 80: 249

Máximo Menem: 316 (promedio 296)

Mínimo De La Rúa: 153 (promedio 170)

Inicio Kirchner: 245 (promedio 415)

Diciembre 2007: 440

Marzo 2008: 512 (inicio conflicto con el campo)

Promedio 2008 - 2013: 480

Promedio últimos 6 meses: 440


Las amenazas internas

Elevada inflación 

Las consecuencias de un proceso inflacionario que se agudizó en los últimos años, además del constante deterioro del poder adquisitivo que castiga a los sectores de menores recursos, el envilecimiento de la principal institución monetaria que es la moneda,  distorsiona el sistema de precios y afecta la asignación de recursos restando productividad a la economía.

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Deterioro cambiario 

El esquema de tipo de cambio alto para alentar exportaciones es un instrumento pasajero, en la medida que no se instrumentan políticas de largo plazo orientadas a ganancias genuinas de competitividad. En los últimos años se percibe un desacople creciente entre la evolución del tipo de cambio y la inflación; tal combinación determina que haya un relativo abaratamiento en la cotización del dólar oficial.

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Baja calidad de política económica 

El Gobierno se quedó con las políticas procíclicas implementadas tras el estallido de la crisis de 2001-02. El gasto público crece entre 35-40%, y los recursos tributarios al 30%. Hay un deterioro fiscal, pese a batir récord la presión tributaria y pese al buen nivel de precios internacionales. En los últimos años, el régimen tributario ha consagrado como instrumento fundamental las retenciones a las exportaciones, no sólo las agrícolas, mineras, hidrocarburos y producciones regionales, sino también a las manufacturas. Se trata de una visión muy primitiva de la política tributaria lo que hace difícil que el sector exportador sustente un proceso de crecimiento. 

Falta de financiamiento

El crédito al sector privado en Argentina llegó al 16% del PBI en 2012. Es decir, tras la gran crisis, en Argentina el sistema bancario se ha transformado casi en meramente transaccional, con baja calidad de intermediación entre el ahorro y la inversión. Para crecer a largo plazo hace falta muchas medidas consistentes, una de ellas es la disponibilidad de crédito. No hay crédito por medio de medidas burocráticas que obliguen a prestar. Para prestar a largo plazo tiene que haber alternativas de ahorro a largo plazo, esto implica confianza. Si los plazos de los depósitos no se alargan, no puede alargarse el plazo de los préstamos con lo cual no hay calidad de la inversión. 

Inversión insuficiente 

Especialmente en sectores críticos para la sustentabilidad del crecimiento, como infraestructura y energía. Si bien durante el período 2003-08, la inversión alcanzó el 23% del PBI durante 2008, su participación promedio en el PBI está estancada en el 22% desde el año 2005. Es decir, aunque la inversión aumentó, todavía no lo hizo en la cantidad y calidad. El termómetro 

Los términos de intercambio

A juzgar por la evolución de los Términos de Intercambio (relación de precios entre las exportaciones y las importaciones de los productos que comercia la Argentina) los precios de las exportaciones y de las importaciones, se advierte que la Argentina está frente a circunstancias favorables. 

Por esa razón, es poco aceptable el argumento presidencial de que al país "se le está cayendo el mundo encima". Más aún tomando en cuenta que la actual gestión de gobierno mantiene las trabas a las importaciones de productos. El comportamiento de estos términos de intercambio será el termómetro que develará la evolución de la actividad económica nacional en los meses que se avecinan.

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