En el súper, los que viven solos buscan lo básico

En el súper, los que viven solos buscan lo básico

En los hogares unipersonales se hacen tres o cuatro compras chicas por semana, para administrar mejor los ingresos y para ahorrar. Las familias integradas por una sola persona prefieren artículos de escala pequeña. Las empresas que producen alimentos ampliaron su oferta para captar esa demanda

14 Mayo 2013
Enrique Núñez tiene 29 años, es ingeniero y vive solo en un departamento que alquila en Barrio Sur, de esta capital. El año pasado alcanzó la independencia económica, gracias a un empleo en la actividad privada. Entonces, dejó su casa paterna e inició una nueva etapa. El joven comentó que uno de sus desafíos es administrar los ingresos mensuales, sobre todo a la hora de ir al súper. "Suelo hacer compras chicas y de productos pequeños. Esto me permite ahorrar plata para otros gastos como el transporte", relató.

Como muchos tucumanos, Enrique integra un hogar unipersonal, es decir conformado por una sola persona. En la provincia, este tipo de estructura equivale al 12% de los hogares, y representan el 3, 1% de la población, según datos del Censo 2010, que elaboró el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El auge de estos hogares modificó los hábitos de consumo, sobre todo de alimentos, y llevó a que las empresas del rubro ajustaran su oferta. "El incremento estas familias es una realidad. Los motivos se relacionan con cambios sociales, económicos, de salud y tecnológicos", explicó Julio César Chit, de la consultora Sociología y Mercado.

En el país, el 17.6% de los hogares están integrados por una persona, y representan el 5,5% de la población. En tanto, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con un 29.9% de familias unipersonales y representan el 12,2% de los habitantes. "Tucumán tiene cuatro veces menos de su población en hogares habitados por una persona que la Capital Federal, y menos que el promedio nacional", afirmó Chit.

Control de gastos

Integrantes de las hogares unipersonales, que dialogaron con LA GACETA, contaron que suelen comprar alimentos un promedio de tres o cuatro veces por semana, en supermercados o en almacenes cercanos a sus domicilios, y que gastan entre $ 2.000 y $ 2.500 mensuales, en promedio. Beatriz González contó que la decisión de comprar lo que requiere para el día le permite administrar mejor su jubilación. "Siempre separo los gastos para la comida de dos o tres días, porque debo tener en cuenta la plata para los remedios", aseguró la mujer.

Al igual que las familias numerosas, los moradores solitarios afirmaron que sus salarios también sufren por la inflación. Elizabeth Taulo, de la consultora Taulo & Asociados, opinó que la pérdida del poder adquisitivo lleva a que este grupo social compre lo indispensable para pocos días. "De esa manera, tienen más control de los gastos. El consumo de pocos artículos también se percibe en familias de más de un integrante. La compra mensual tiende a desaparecer", analizó.

En escala pequeña

Atentas a la realidad de las familias unipersonales, las empresas de alimentos ampliaron su gama de productos para cubrir la demanda. Emiliano Schwartz, responsable de marketing de la consultora Tomadato, observó que muchas firmas desarrollaron artículos que son de fácil cocción y en escala pequeña. "Las salsas de distintas variedades, las sopas de diferentes sabores, las pastas secas con salsa y el puré de papas listo para servir son nuevas opciones en las góndolas", detalló el especialista, y agregó que los consumidores buscan productos prácticos, pero que se asemejen a las comidas elaboradas.

"A la noche, cuando llego de trabajar, voy a la despensa y llevo lo mínimo para cenar. En general, compro cosas que me permitan cocinar fácilmente, porque no me quedan energías ni tiempo para hacer algo elaborado. Lo mismo me pasa al mediodía", describió Silvana Cruz, quien trabaja como empleada administrativa en el sector privado.

Por último, Chit precisó que en un principio, el auge de los hogares unipersonales se asoció a las personas mayores, quedaron solas luego de que los hijos formaran sus propias familias o de que sus cónyuges fallecieran. Sin embargo, en los últimos años, se incorporaron a esta estructura social aquellos que viven solos por elección propia, y cuyas edades son significativamente menores. "Algunos se incorporan de manera transitoria, como es el caso de jóvenes que se independizan de sus familias de origen, pero luego inician una relación de convivencia", concluyó el experto.

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