De repente, el emblemático Parravicini vuelve a brillar

De repente, el emblemático Parravicini vuelve a brillar

Puede convertirse en un salón de bowling. Estuvo 12 años sin actividad. Fue cine, teatro y terminó como restaurante chino

RECUPERANDO EL BRILLO. La fachada ha sido restaurada, no con piedra parís como fue originalmente, pero sí pintada con colores que resaltan sus detalles y molduras. LA GACETA / ARCHIVO RECUPERANDO EL BRILLO. La fachada ha sido restaurada, no con piedra parís como fue originalmente, pero sí pintada con colores que resaltan sus detalles y molduras. LA GACETA / ARCHIVO
10 Abril 2013

La última "película" que se vio en el antiguo cine-teatro Parravicini fue tragicómica: una inmigrante china salía abrazando papeles que no le servían de nada, mientras un grupo de agentes municipales colocaba fajas que decían CLAUSURADO. Con letras rojas y a pulso, en las fajas también se leía: "por falta total de higiene". Fue el desenlace de la historia de un tenedor libre que, además de indescriptibles desvaríos bromatológicos, albergaba a varios chinos ilegales que vivían en condiciones de hacinamiento. Para el final, como se debe, esperaba la mejor parte: intervino la Dirección Nacional de Migraciones, se barajó la deportación de los orientales indocumentados y dos de ellos terminaron prófugos.

Este episodio sucedió en marzo de 2001. Tras aquel escalofriante epílogo -principalmente para los clientes del restaurante chino-, el imponente edificio de 24 de Septiembre al 500 quedó inutilizado. Tal vez por el temor al mal recuerdo que dejaron en Tucumán los últimos propietarios nadie se animó a iniciar allí algún emprendimiento, a pesar de su privilegiada ubicación en el corazón de la ciudad. Pero ahora, 12 años, después, un salón de bowling puede ser el encargado de descorrer el telón nuevamente y devolverle la vida al viejo cine Splendid.

El destino, en realidad, tiene su cuota de misterio. Los obreros que se encuentran trabajando en el interior aseguran que desconocen qué se hará en el edificio inaugurado en 1923, y tampoco quieren dar datos sobre el propietario ni el responsable de la obra. Sin embargo, los trámites iniciados en la dirección de Planeamiento de la Municipalidad indican que se convertirá en una sala para jugar a los bolos.

"El año pasado solicitaron permiso, primero para hacer una playa de estacionamiento. No se concedió porque implicaba la demolición del edificio, aunque se comprometían a mantener la fachada. Después consultaron si podía hacerse un bowling, y eso sí es viable, siempre y cuando no se hagan modificaciones sustanciales", detalló Luis Lobo Chaklián, titular de la repartición.

Es que el ex Parravicini forma parte del inventario de edificios y sitios de valor patrimonial, en carácter de Componente del Patrimonio Arquitectónico de la Municipalidad. Por eso, la obra debe tener el visto bueno de Planeamiento, no sólo de Catastro.

"Al formar parte del inventario, los propietarios pueden solicitar nuestro asesoramiento al momento de remodelar. El objetivo es que se conserve todo lo posible el espíritu arquitectónico del lugar", señaló Lobo Chaklián. El funcionario celebra que allí se esté haciendo un emprendimiento ya que, deshabitado, el edificio disputa a paso veloz la carrera hacia el deterioro irremediable.

La obra avanza. La parte alta de la fachada ha sido pintada con colores que resaltan sus detalles. En el interior ya se huele a construcción, con una mezcla de olor a cemento portland y asado de los viernes. Los albañiles recuerdan viejas épocas, y alguno se animó a mencionar lo que primero le vino a la mente: "acá la veía a la Coca Sarli".

Pero no todo es color de rosas, por supuesto. Ayer, la Municipalidad clausuró la obra. "Hasta que regularice la documentación técnica y los permisos correspondientes -según informó Chaklián-. Confiamos en que lo solucionarán pronto y que podrán continuar con las cosas en regla".

 La máquina del tiempo

- Camino a los 90.- El edificio fue inaugurado el 5 de julio de 1923 como "Grand Splendid Theatre". Era un cine moderno de estilo francés, con palcos, que marcó un antes y un después en la zona por su imponente belleza. Si las cosas marchan bien, el Splendid cumplirá 90 años en pleno funcionamiento.

- El teatro Parravicini.- El 23 de julio de 1971, el Splendid se convirtió en el teatro Florencio Parravicini, en homenaje al recordado actor. La sala fue remodelada y estaba destinada a obras y figuras populares que subían a escena los fines de semana. De lunes a jueves seguían proyectando películas.

- El cine "hot".- A fines de los 70, el Parravicini incorporó películas eróticas a su cartelera. La recordada "El encanto del amor prohibido", "Calígula" o "La llave" -estas dos de Tinto Brass- figuran entre los títulos que se vieron.

- Nada de "splendid".- Tras varios años de abandono, a fines de 1998 comenzó la obra para convertirse en rastaurante chino. Permaneció hasta 2001 bajo su primer nombre, "Splendid", aunque la clausura que sufrió dejó a la vista que no le hacía honor a esa denominación.

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