Del diván psicoanalítico a un abrazo de vidala y zamba

Del diván psicoanalítico a un abrazo de vidala y zamba

Es agua que fluye serena, pincelando arrullos del mediodía, risa, besos, sueños, olvidos, sombras, soledad, espejos, "ojos nuevos ya vencidos". El mayu (río, en quichua) musical de Bettina Bobrowicky despabila los duendes del folclore y del tango, sin encorsetarse demasiado en los ritmos. Tucumana, psicóloga, radicada en Buenos Aires, esta monteriza pasó del diván a los pentagramas. La docena de piezas de su autoría (zamba, vals, milonga, chacarera, tango, guarania, vidala), con toques jazzeros o clásicos, la revelan también como una sutil guitarrista. Los invitados Liliana Herrero, Juan Falú, Nora Sarmoria, Lilián Saba (directora musical del CD), Ana Moltoni, Patricia Andrade, les dan vida a estas composiciones. "En sombras", "El amor y la pena" y "Otra vez" se hallan entre las más bellas.

"Vidala no te me escondas no tengo rostro ni voz. Para decir estas coplas prestame tu corazón", dice Bobrowicky, desplegando un vuelo propio.

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