Francisco ya porta los símbolos de su era

Francisco ya porta los símbolos de su era

Después de pasear en el papamóvil y ganarse, una vez más, los corazones de los fieles, Jorge Mario Bergoglio descendió hasta la tumba de Pedro a buscar el Palio y el Anillo del Pescador, los atributos que simbolizan su poder. Francisco pidió que su anillo fuera de plata y no de oro, rompiendo con una antiquísima costumbre, pero siendo coherente con su austeridad. Usará el mismo Palio que Benedicto XVI. Su escudo tiene corazón jesuita.

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20 Marzo 2013
Junto a la tumba de San Pedro, debajo del altar de la basílica, aguardaban el Palio y el Anillo del Pescador, los atributos papales que habían sido depositados durante la madrugada. Lana y metal: las dos caras de la moneda frente a la cual el mundo católico se inclina.

A las 9.30 de ayer (5.30 en Argentina), el cardenal Jorge Mario Bergoglio descendió hasta el sagrado sepulcro junto a 10 patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas. A Francisco, elegido papa el pasado miércoles, le faltaban pocos minutos para dar iniciar su Ministerio Petrino.

Sumergido en esa gruta de mármol helado, el Papa argentino rezó en silencio sobre la tumba del primer pontífice de la Iglesia católica romana. Sonaba el canto "Tu es Petrus", signo de unidad entre las Iglesia de Occidente y de Oriente. Tras elevar sus plegarias al padre de la Iglesia, a quien estaba a punto de suceder, Francisco subió en procesión hacia la basílica y de allí a la plaza de San Pedro para dar comienzo, por fin, a su primera gran misa.

Cientos de miles de fieles, mezclados con mandatarios y comitivas oficiales de todo el mundo, aguardaban ese momento histórico. El cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, el mismo que pronunció las ansiadas palabras "Habemus Papam" tras la fumata blanca, colocó al papa Francisco el Palio, antigua insignia episcopal. El decano, Angelo Sodano, en tanto, le colocó el Anillo del Pescador. Bergoglio, de 76 años, se convirtió así en el nuevo jefe de la Iglesia católica. El escudo de armas que eligió, una pequeña variación sobre el que usaba durante su arzobispado, ya había sido dado a conocer el día anterior por el Vaticano (ver "Escudo del papa Francisco").

Los símbolos
El palio es una estola blanca de 2,60 metros de largo, tejida con lanas de oveja y de cordero. Simboliza al Salvador, que, encontrando al hombre como la oveja descarriada, lo carga a sus espaldas. Es la misma que usó Benedicto XVI y sobre ella han sido colocadas seis cruces rojas, que recuerdan las cinco llagas de Cristo y la sangre derramada; y alfileres, que representan los clavos de la cruz. El Palio acaba con unos flecos negros, que simboliza la pezuña del cordero.

El anillo, en tanto, lleva grabado a Pedro con las llaves del Reino de los Cielos y sujetando las redes para pescar. Conforme a su vida austera, Francisco ha pedido que su anillo fuera de plata bañado en oro y no de oro macizo, como es la costumbre. Este es el atributo que deberá llevar consigo hasta el día de su muerte o renuncia, momento en que el camarlengo proceda a destruirlo. Con esto impedirá que vuelva a ser usarlo, además de significar el fin del papado.

Con estos símbolos colocados ya sobre su cuerpo, el nuevo soberano fue reconocido como tal. El ritual de inicio del papado concluyó cuando los seis cardenales, en nombre de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio, le mostraron obediencia.

El anillo
La austeridad papal

Francisco eligió el Anillo del Pescador de plata dorada y no de oro macizo, como el que usó Benedicto XVI. Es uno de los grandes símbolos papales y se utilizaba en la antigüedad para sellar los documentos. Representa a San Pedro, el fundador de la Iglesia, con las llaves del Reino de los Cielos. El modelo fue diseñado por el difunto artista italiano Enrico Manfrini, conocido cariñosamente en Italia como "el escultor de los papas".

El palio
De lana bendecida

Es uno de los símbolos del poder pontificio. Es una prenda que se coloca sobre los hombros del Papa, confeccionada con lana de corderitos bendecidos por el Papa en la fiesta de Santa Inés (21 de enero) en una capilla del Palacio Apostólico.

Tiene impresas seis cruces rojas, en representación de la sangre que derrama el Señor en su pasión y muerte. También representa la fe, la justicia, el coraje, la prudencia y la templanza.

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