19 Marzo 2013
GESTO. El Papa saluda a un discapacitado durante el inicio de su pontificado. CAPTURA DE IMAGEN
CIUDAD DEL VATICANO.- Fue el momento más emotivo para muchos. Las lágrimas en los ojos de millones de fieles era la clara evidencia. El Papa Francisco volvió a sorprender a todos cuando durante la recorrida por la Plaza San Pedro, hizo detener el auto que lo trasladaba para bendecir a un discapacitado que lo saludaba desde el vallado.
El Papa recorrió la plaza en el tradicional papamóvil, rodeado de custodios, pero sin el blindex que habitualmente utilizan los vehículos que transportan al Sumo Pontífice. En su camino se bajó del vehículo y se acercó a un hombre discapacitado y le habló durante algunos segundos. Se trata de Cesare Cicconi, un hombre de 50 años que recibió del Papa argentino un afectuoso saludo. "Rezá por mí", le dijo Jorge Bergoglio.
Cuando tenía ocho meses, los médicos detectaron que Cicconi sufría una esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que dejó a su cuerpo paralizado por completo, excepto por una mano que mueve gracias a un dispositivo.
Acostado en una camilla, Cesare presenció la ceremonia en la plaza de San Pedro, donde recibió la bendición de Francisco. "Me dio un beso en la frente y dijo: 'ora por mí"", detalló Cicconi a la prensa italiana.
"En 1982, durante una audiencia privada, fui abrazado por el Papa Juan Pablo II. Hoy he recibido otro beso en la frente por parte del Papa Francisco y estoy muy contento ", explicó el devoto. LA GACETA
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