El control de las carótidas ayuda a prevenir un ACV

El control de las carótidas ayuda a prevenir un ACV

El eco-doppler es la técnica recomendada. Una campaña nacional apunta a que los exámenes se realicen en los hospitales públicos

DETECCIÓN. El procedimiento debe formar parte de los chequeos de rutina. Es rápido y no es invasivo. LOPEZCORREA.COM DETECCIÓN. El procedimiento debe formar parte de los chequeos de rutina. Es rápido y no es invasivo. LOPEZCORREA.COM
18 Marzo 2013
Desde hace varios años se sabe que el accidente cerebrovascular (ACV) es la segunda causa de muerte en el mundo. La primera es la cardiopatía isquémica. Según el Ministerio de Salud de la Nación, en nuestro país se produce un ACV cada cuatro minutos y alrededor de 14.000 personas mueren anualmente como consecuencia de esta afección.

El control rutinario de las arterias carótidas puede predecir el riesgo de enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular. Así lo indicaron médicos del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), en una campaña que lleva el lema "La carótida habla; escuchemos antes de que se produzca un ACV". Antonio Pocoví, cardiólogo y ex presidente del CACI, explicó que con un simple examen clínico de rutina, mediante la auscultación de ambas arterias carótidas, se puede detectar la presencia de obstrucciones. Se trata de un método en el que se escuchan los ruidos del cuerpo, generalmente con un estetoscopio, durante un examen físico.

"Entre los procedimientos de diagnóstico más útiles, sin duda el eco-doppler de los vasos del cuello figura en primer lugar. Es una técnica no invasiva, relativamente rápida y con un costo razonable para el sistema de salud. Se puede hacer perfectamente en hospitales públicos, ya que se realiza con el mismo ecógrafo que se utiliza para los estudios cardíacos", comentó Pocoví. Además, agregó que este procedimiento debería formar parte de los chequeos anuales de rutina, en personas mayores de 50, o en aquellas con factores de riesgo cardiovascular y/o antecedentes personales o familiares de enfermedad cardiovascular. Alberto Sampaolesi, médico especialista en cardioangiología intervencionista y miembro del CACI, indicó que la manifestación clínica de un ACV es amplia, y puede llegar a sentirse como una mínima sensación de hormigueo, pesadez en la cara o en los miembros, pérdida del conocimiento transitoria, parálisis sectorial de la mitad del cuerpo o la pérdida del habla.

"Un diagnóstico y tratamiento precoz pueden evitarlo. Y si estamos ante un evento agudo, debemos trasladar rápidamente al paciente para ofrecerle la posibilidad de modificar la historia natural del caso", resaltó Sampaolesi.

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