"Esto es una pesadilla", afirman en Gastona Norte

"Esto es una pesadilla", afirman en Gastona Norte

El cauce corría a más de dos kilómetros de la población, y ahora está a sólo 20 metros. Las familias emigran en busca de lugares seguros.

AVANCE INCONTENIBLE. Las aguas socavaron las barrancas y dejaron aisladas decenas de hectáreas de cañaverales y otros cultivos de la zona. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL AVANCE INCONTENIBLE. Las aguas socavaron las barrancas y dejaron aisladas decenas de hectáreas de cañaverales y otros cultivos de la zona. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL
22 Febrero 2013
El peón Juan Tobías Juárez, de Gastona Norte (al este de Arcadia), recuerda que hace un par de años tenía que cabalgar un poco más de dos kilómetros para acercarse al río Seco a pescar. Ahora, asombrado, observa que el lecho pasa a apenas 20 metros de su casa.

La masa líquida llegó, amenazante, al patio de la vivienda en razón de un desvío descomunal que acusó el río varios meses atrás. Juárez, angustiado, desmantela en estos días su hogar para irse a vivir, con su pareja y dos niños, a un lugar seguro. Las últimas crecientes potenciaron los riesgos.

Este drama lo sufren otras 20 familias que también quedaron a metros de la corriente. Algunas de estas ya abandonaron sus casas, porque habían quedado sobre la orilla del río. Improvisaron ranchos en terrenos prestados o accedieron a construcciones que les hizo la comuna.

"Si nos quedamos, en cualquier momento las aguas nos van a arrastrar con lo poco que tenemos. Lo que vivimos es como una pesadilla. Están el miedo a terminar sepultados por las correntadas y el dolor de tener que dejar la casa en la que nacimos y nos criamos", lamentó Juárez.

Extracción de áridos
Los pobladores de Gastona Norte no dudan en señalar la extracción de áridos que se hizo para levantar el puente sobre el río Seco, en la nueva ruta 38, como la causa del desvío del río. "Se cavó el cauce, pero no se lo reorientó como correspondía. Por eso las aguas se desviaron al sur, avanzando hacia nosotros. Hubo una total falta de previsión", afirmó el cañero Aníbal Ibarra. Agregó que en su caso el codo que hizo el río le devoró unas 15 hectáreas de la finca. Hay otros que sufrieron pérdidas mayores.

Es el caso de René Figueroa, que estimó en 20 las hectáreas de tierra que perdió. "Cuando se levantó el puente no se hicieron bien varias cosas. Algunos profesionales de la provincia podrían haber evitado lo que sufrimos hoy cuando vinieron con máquinas a hacer un trabajo de reencauce y de construcción de defensas. Lo hicieron mal, en forma precaria e improvisada", acusó el vecino. "Nosotros quisimos avisarles lo que se necesitaba hacer en el cauce, y no nos escucharon", agregó.

El desvío
El sector del desvío se encuentra entre los kilómetros 4 y 7, al este de la ruta 327, que nace en Arcadia. En ese tramo del río se formó un enorme islote en el que quedaron aisladas varias hectáreas de cañaverales.

"Desaparecieron fincas enteras. El temor es que el río Seco siga avanzando hacia el pueblo. Es de no creer que antes pasaba lejos", apuntó Ibarra.

A la altura de esa comunidad, la distancia que antes había entre los ríos Seco y Gastona, que limitan los extremos norte y sur respectivamente, era de ocho kilómetros. Ahora es de apenas cinco, debido a que el Gastona hace tiempo también avanzó hacia la comunidad socavando un tramo importante de la costa.

El inconveniente en ese sector, según se dijo, ya quedó superado luego de una obra de reencauce y construcción de defensas.

"La primera vez que se arrimó el río me despertó de noche un rumor fuerte y confuso. No se sabía de qué se trataba. Cuando salí me di cuenta de que era una correntada, pero pensé que de un arroyo crecido. Cuando amanecí lo tenía al río cerquita, a pasos de mi casa. Me agarró un escalofrío", recordó Aníbal.

Los pobladores de Gastona Norte esperan que las autoridades de la provincia intervengan para solucionar el problema que se generó en el río Seco. "Aquí está latente el peligro de que las aguas sigan devorando tierras de familias humildes y de productores que tienen como único recurso de vida sus cultivos", advirtió Ibarra.

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