En Tafí del Valle celebran 50 años de encuentros bajo el techo del mismo rancho

En Tafí del Valle celebran 50 años de encuentros bajo el techo del mismo rancho

El Rancho de Félix fue el primer restaurante de la villa veraniega. Una familia monteriza lo inauguró en enero de 1963. Tradición al plato

EN EL CORAZÓN DE LA VILLA. 
en 1963 el restaurante estaba ubicado en una galería en donde funcionaba un patio-comedor.  FOTOS DE DIEGO ARAOZ / ESPECIAL PARA LA GACETA EN EL CORAZÓN DE LA VILLA. en 1963 el restaurante estaba ubicado en una galería en donde funcionaba un patio-comedor. FOTOS DE DIEGO ARAOZ / ESPECIAL PARA LA GACETA
07 Febrero 2013
Techo a dos aguas, de cañas y quebrachos; faroles cálidos y paredes que recuerdan que han pasado los años. De ellas cuelgan portarretratos y cuadros de paisajes en blanco y negro. También fotos de estrellas de la música o de la TV que se sentaron en algunas de las mesas del comedor de cerámicos rojos, que puede albergar más de 200 comensales. Se trata del primero y el más tradicional restaurante de Tafí del Valle. El mes pasado celebró los 50 años.

Cuando el paisaje revelaba sólo unos cuantos caseríos, se instaló en la villa La Tablita. Fue en 1963 cuando este emprendimiento gastronómico comenzó a aflorar. Estaba emplazado en una galería de adobe y de caña, en la punta del puente de La Banda. Los veraneantes lo convirtieron en un lugar habitual para largas tertulias, que finalizaban bien pasada la medianoche. En ese entonces la luz eléctrica era proporcionada hasta las 22 (había apenas una usina para todo el valle, que funcionaba desde las 10). Luego, las charlas se extendían ambientadas con lámparas de radiosol o con candelabros repletos de efímeras velas de cera. Félix Sosa fue quien se animó a trasladar a su familia de Monteros a Tafí para probar suerte con su experiencia en la cocina. Como la iniciativa tuvo mucho éxito entre los comensales tafinistos, por su trato afable y voluntarioso, Sosa decidió construir en un terreno aledaño (en la intersección de las avenidas Presidente Perón y Belgrano) un restaurante más grande, de adobe y con techo a dos aguas.

"Recuerdo que en el terreno todo era un gran pedregal; se sacaron infinidad de piedras, pero otras fueron imposibles de remover. Por eso el salón principal tiene desniveles. Es así como se hizo la primera parte del Rancho de Félix. Cambió el nombre y el lugar, pero la comida seguía siendo de la misma calidad, y hasta mejor", recordó Francisco José Sosa, heredero junto a su hermana, "Chichí", del comedor.

Luego vinieron las refacciones y ampliaciones, entre 1974 y 1980, alentadas por la incesante llegada de turistas nacionales e internacionales. "A partir de 1960 llegaron las primeras excursiones desde San Miguel de Tucumán. Sólo existían dos agencias de turismo, que desaparecieron con el tiempo. Venían con una excursión de un día. Luego se sumaron los micros de Buenos Aires, cuando el Rancho ya se convirtió en un parador obligado en Tafí del Valle", contó Sosa. Además, resaltó que el turismo se incrementó entre 1983 y 1984, cuando se terminó la pavimentación de la ruta 307.

Secreto familiar
Es común escuchar en los valles que algunos negocios nacen con buen halo o marcados por la desgracia. Y también remarcan que a esa suerte hay que acompañarla.

"Mi viejo falleció en 1983. Desde entonces y hasta hoy el negocio continúa en manos de los herederos (incluyo a mi cuñado, Enrique Serrizuela). La familia es indispensable para que todo funcione. Mi madre -que este año cumple 80- tiene que ver con eso", agregó Francisco.

"¿Qué hace que El Rancho de Félix sea una parada obligada? Creo que tiene que ver con la atención, con que se come rápido y rico. Y que uno ya sabe que no se clava con las comidas regionales; como la humita al plato, el locro o las empanadas", apuntó Javier Ríos, un cliente de Aguilares que desde hace una década visita el clásico restaurante. Lourdes Martínez Rougés prefiere las pastas caseras; su hermano, Martín, se inclina por las carnes a la parrilla. Al levantarse de las mesas, la sensación que se llevan los comensales es que no conviene pasar por Tafí sin haberse detenido alguna vez en el Rancho de Félix.

En el corazón de la villa
en 1963 el restaurante estaba ubicado en una galería en donde funcionaba un patio-comedor. Luego se instalaron en la intersección de las avenidas Belgrano y Perón.

Platos para todos los gustos
La carta de El Rancho de Félix incluye minutas (milanesas, tortillas, sandwiches, papas fritas), pastas caseras y comidas regionales.

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