Río muerto

Río muerto

Por Jorge Estrella para LA GACETA - Tucumán.

03 Febrero 2013

Caminaba por el río cercano a mi casa y entré en la selva de árboles altos, añejos. Cebiles, laureles, tipas se disputan la luz y el cielo de las alturas y dejan en el suelo de tierra negra la memoria de sus lluvias, de sus hojas resistentes al otoño pero finalmente caídas con el viento. Un verdor húmedo, un olor suave a tiempo añero, una sombra donde el rumor de la vida ronronea y la casi oscuridad no evita el relumbre de algún tronco blanco, alto, seco, como dormido de pie. Ese árbol muerto y no caído aloja insectos, el pájaro carpintero también lo visita seguido. Mi andar lento tiene ese entorno que pasa a ser interno, siento mi comunidad con esa fuerza impalpable y poderosa de lo viviente. Y el misterio de lo que uno sea, cobijando en sus entrañas la más remota memoria de la vida nacida en esta tierra, esplende como el relumbrón de ese árbol blanco, elevado, de pie aún. © LA GACETA

Jorge Estrella - Escritor, doctor en Filosofía.

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