La puerta de entrada de la casa Curia es una obra de arte que atrae todas las miradas

La puerta de entrada de la casa Curia es una obra de arte que atrae todas las miradas

La vivienda fue construida en 1940 a pedido del doctor Guillermo Curia. Su autor es el célebre arquitecto José Graña. Su fachada es despojada, pero en ella se destaca el pórtico de entrada todo tallado en madera de quebracho. Los balcones responden a un estilo colonial salteño. Desde hace años está arrendada y con el tiempo se fue deteriorando paulatinamente.

EN QUEBRACHO. Las tallas fueron realizadas por el mismo José Graña. LA GACETA / FOTOS DE  MARIA SILVIA GRANARA EN QUEBRACHO. Las tallas fueron realizadas por el mismo José Graña. LA GACETA / FOTOS DE MARIA SILVIA GRANARA
24 Enero 2013
Está ahí. Disimulada en el trajín de motos que entran y salen a medida que llegan los pedidos a la cadetería. Su fachada se descascara de a poco y reclama a gritos que le devuelvan el esplendor que ha perdido.

Está ubicada casi en la esquina de Congreso y Las Piedras. Es una construcción que llama la atención por la imponente puerta de entrada tallada en madera oscura de quebracho y los dos balcones estilo colonial que coronan el primer piso.

Se trata de una casa familiar que hizo construir el doctor Guillermo Curia en 1940. El diseño estuvo a cargo del destacado arquitecto español José Graña. Este profesional fue autor de otros inmuebles como la Sociedad Española de Socorros Mutuos (1911), la casa Bellucci (1926) y la residencia de Ricardo Frías (1924 - hoy es la Federación Económica). Fue autor, también, de la casa quinta de fin de semana de doña Guillermina Leston de Guzmán (1934). La mayoría de estas construcciones forman parte del patrimonio arquitectónico y representan mojones destacados de la ciudad. Esta propiedad figura en el inventario de edificios que conforman el patrimonio provincial que fue realizado por la facultad de Arquitectura y el Instituto de Historia.

Ecléctico y artista
El estilo de la casa Curia responde a la corriente neocolonial. En general la obra de Graña fue ecléctica, pero abarcó todas las lineas del renacimiento colonial, reseña el libro "Documentos para una historia de la arquitectura argentina", de la editorial Summa.

El grabado del ñandú
Un buen ejemplo del estilo colonial salteño lo constituye esta vivienda céntrica. La portada de la casa combina un altorrelieve barroco con un grabado prehispánico que explota el tema del ñandú.

En general, en las viviendas familiares que diseñó sale a la luz el conocimiento que poseía de la arquitectura española y las culturas precolombinas.

Lo curioso es que sus dotes como arquitecto no se agotaron en sus diseños de plantas. Él mismo poseía grandes dotes de tallista y las terminaciones las hacía él personalmente. Fue presidente de la Sociedad de Artistas Pintores y vocal de la Comisión provincial de Bellas Artes.

En dos plantas
Actualmente, la casa está arrendada. Hacia la calle funciona un servicio de cadetería y un local comercial. En la parte de arriba se alquilan habitaciones, tradicionalmente, para estudiantes.

La disposición de los ambientes de la casa era un tanto peculiar. La planta baja tenía un consultorio a la calle, un estudio y dos escritorios en la parte trasera.

La escalera que llevaba al primer piso desembocaba en un vestíbulo a partir del cual se distribuían los espacios para el uso familiar: el comedor, la cocina, el living, el baño y los tres dormitorios.

La casa Curia es una joya perdida en una de las esquinas más transitadas del centro. Sería bueno verla brillar otra vez.

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