"Gracias a la beata estoy viva"

"Gracias a la beata estoy viva"

18 Noviembre 2012
"Unas monjitas del Huerto me acercaron una estampita de sor Crescencia y comencé a rezarle. Le pedí que me dejara ver a mi hijo adulto, y hoy estoy aquí, hasta con una nieta", confesó entre lágrimas María Sara Pane, la mujer que invocó a María Crescencia y se salvó. Su testimonio fue declarado milagro para la Iglesia Católica, ya que no tiene explicación científica. María Sara padecía una hepatitis fulminante. Le había rezado a la religiosa en 1996 después de ser desahuciada por los médicos y quedar a la espera de un trasplante de riñón.

"Gracias a ella estoy aquí, es un día inmenso", exclamó en Pergamino. "Yo tenía una hepatitis agravada por mi diabetes, me dieron tres días de vida, pero algo extraordinario sucedió". "Estaba esperando el hígado en el hospital Italiano, donde sucedió 'el milagro', y en horas todo cambió, comencé a comer. Los médicos no entendían nada", contó emocionada. "El jefe de Hepatología del hospital fue el único que atinó a decir: 'esta es la primera vez que la ciencia y la fe se juntan". Benedicto XVI firmó el 19 de diciembre de 2011 el decreto que reconoce la curación sin explicación médica.

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