17 Noviembre 2012
DURAS MARCAS. La ex alcaldesa ya había sufrido dos ataques previos. FOTO TOMA DE MX-NEWS.COM Y FREUDENELPARQUEMEXICO.BLOGSPOT.COM
CIUDAD DE MÉXICO.- Una ex alcaldesa del estado mexicano de Michoacán (oeste) que había sobrevivido a dos ataques cuando ocupó el cargo público fue asesinada, informó hoy la Procuraduría General de Justicia local.
La ex alcaldesa del municipio de Tiquicheo María Santos Gorrostieta Salazar fue reportada como desaparecida el pasado 14 de noviembre y hallada muerta el viernes en un predio del caserío San Juan Tararameo, del municipio de Cuitzeo.
Personas cercanas a la ex funcionaria aseguraron a la Procuraduría local que la última vez que tuvieron contacto con ella fue el lunes 12 de noviembre.
"Luego del levantamiento del cadáver y una vez realizada la necropsia de ley, se determinó que Gorrostieta Salazar murió a consecuencia de un traumatismo craneoncefálico severo", informó el Ministerio Público en un comunicado.
La Procuraduría de Michoacán dijo que realiza una investigación para esclarecer el homicidio de la política, quien gobernó Tiquicheo entre 2008-2011.
Gorrostieta Salazar, quien había militado en los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), fue víctima de un ataque en 2009 en el que murió su esposo. Un año después nuevamente fue atacada por un grupo armado que le ocasionó graves heridas.
En Michoacán operan carteles como La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Sinaloa. La ubicación geográfica de esta entidad, que tiene salida al mar Pacífico, la ha convertido en una zona estratégica para el tráfico de drogas y la operación de otras actividades ilícitas.
La disputa que libran grupos del crimen organizado por el control de estas actividades ha ocasionado en los últimos años cientos de muertos en esta entidad mexicana, de la que es oriundo el presidente Felipe Calderón, cuyo programa bandera de gobierno, que concluirá el próximo 1 de diciembre, fue una estrategia de seguridad contra los grupos del crimen organizado.
La política de Calderón, así como la guerra que libran bandas del narcotráfico y del crimen organizado, han ocasionado en los últimos seis años unos 60.000 muertos en México, de acuerdo con estadísticas de organizaciones de la sociedad civil. (DPA)
La ex alcaldesa del municipio de Tiquicheo María Santos Gorrostieta Salazar fue reportada como desaparecida el pasado 14 de noviembre y hallada muerta el viernes en un predio del caserío San Juan Tararameo, del municipio de Cuitzeo.
Personas cercanas a la ex funcionaria aseguraron a la Procuraduría local que la última vez que tuvieron contacto con ella fue el lunes 12 de noviembre.
"Luego del levantamiento del cadáver y una vez realizada la necropsia de ley, se determinó que Gorrostieta Salazar murió a consecuencia de un traumatismo craneoncefálico severo", informó el Ministerio Público en un comunicado.
La Procuraduría de Michoacán dijo que realiza una investigación para esclarecer el homicidio de la política, quien gobernó Tiquicheo entre 2008-2011.
Gorrostieta Salazar, quien había militado en los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), fue víctima de un ataque en 2009 en el que murió su esposo. Un año después nuevamente fue atacada por un grupo armado que le ocasionó graves heridas.
En Michoacán operan carteles como La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Sinaloa. La ubicación geográfica de esta entidad, que tiene salida al mar Pacífico, la ha convertido en una zona estratégica para el tráfico de drogas y la operación de otras actividades ilícitas.
La disputa que libran grupos del crimen organizado por el control de estas actividades ha ocasionado en los últimos años cientos de muertos en esta entidad mexicana, de la que es oriundo el presidente Felipe Calderón, cuyo programa bandera de gobierno, que concluirá el próximo 1 de diciembre, fue una estrategia de seguridad contra los grupos del crimen organizado.
La política de Calderón, así como la guerra que libran bandas del narcotráfico y del crimen organizado, han ocasionado en los últimos seis años unos 60.000 muertos en México, de acuerdo con estadísticas de organizaciones de la sociedad civil. (DPA)
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