"Los poetas seguimos ocupando nuestro pequeño gran lugar en la vida"

"Los poetas seguimos ocupando nuestro pequeño gran lugar en la vida"

Hijo del destacado Ernesto Dumit e influido por su pintura, Pablo desarrolló una obra poética que se plasmó en diversos libros y en canciones de artistas como Mercedes Sosa. También dirige la Casa Dumit, espacio en el que se exhibe la obra de su padre y en el que tienen lugar múltiples talleres, obras teatrales y presentaciones literarias.

18 Noviembre 2012

Por Mónica Cazón - Para LA GACETA - Tucumán

- Su infancia transcurrió junto al prestigioso Ernesto Dumit. ¿Encuentra puntos de contacto entre la obra plástica de su padre y su obra poética?

- Claro que sí. He crecido a orillas de una obra artística enorme y es imposible que aquello no me atraviese. Es y fue muy fuerte; en mi escritura hay una búsqueda de traducirme a partir de lo sonoro y de lo visual. Todo lo visual se instrumenta desde la percepción que me dejó la plástica, y del mundo de lo simbólico de la obra de mi padre.

- ¿Cuándo comienza a sentir la poesía? ¿Qué evolución técnica observa en su obra y cuáles fueron las lecturas que más lo influyeron?

- Creo que las primeras tensiones se producen cuando aparece en mí la necesidad de expresarme, tal vez desde la pubertad. En la escritura encontré un cauce para todo. No sabría identificar mis propias evoluciones técnicas, si acaso las hubiera. En todo caso podría decir que mi impronta expresiva ha madurado conmigo y al modificar el enfoque sobre algunas cuestiones se habrá ido modificando también la forma del abordaje. Mis grandes marcas a distintas edades y puestas en desorden han sido y son Vallejo, Dalton, Gelman, Hernández, Salinas, Pizarnik, Buarque, Spinetta, Benedetti, Whitman, y compañeros de ruta.

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- ¿Se vende poesía?

- Tengo una sensación ambigua, porque venderse por sí sola no se vende mucho, pero yo vendo lo mío, y conozco a poetas que venden lo suyo. A nivel de las editoriales no es un gran negocio. Para el plano en el que nosotros nos movemos, vender poesía es otra cosa. Es entregarla desde diferentes lugares y formas y que la gente la consuma; muchos amigos lo hacen. O sea, se divulga poesía y, entonces, se consume poesía.

- ¿Considera que el poeta ocupa en la actualidad el lugar del intelectual, o es otro concepto teñido de prejuicios?

- Casi siempre que se conceptualiza sobre naves que exploran la subjetividad, se lo hace con algo de prejuicio. Seguramente los poetas seguimos ocupando nuestro pequeño gran lugar en la vida, desde el cual intentamos "tergiversar" las cosas. Yo no me considero un intelectual. Probablemente no tenga una respuesta lineal para esta pregunta.

- La música y la poesía están íntimamente ligadas a su vida.

- La primera parte de mi acercamiento a la poesía estuvo vinculado a la canción. Fue muy elemental, escuchaba canciones mucho antes de empezar a leer. Igual no aprendí música, sólo me dediqué a escribir. En el camino apareció la lectura y la escritura de verso libre, pero también aparecieron los amigos músicos con quienes hicimos varias decenas de canciones. Debo destacar que el trabajo con la cancionística es diferente al de la escritura de verso libre. Mi caso tiene que ver con aquella primera formación y con mi melomanía. El aporte de los poetas a la canción no es otro que lo poético, la metáfora, la "tergiversación".

- Usted vivió en Buenos Aires casi 17 años. ¿Los escritores del interior necesitan del beneplácito de la capital?

- No, nunca creí en ello. Al comienzo podía parecer que sí, que en "Baires" estaba todo; pero eso cambió por la tecnología y además no es lo que hace a los escritores. Además, la movida cultural de algunas provincias es muy fuerte y Tucumán es una de ellas.

- ¿Nos cuenta la historia de Casa Dumit y qué proyectos tiene para mantener el lugar que consiguió?

- Casa Dumit nace de la necesidad de mantener al alcance de todos, la obra y el legado artístico de mi padre, a lo que le sumo un viejo proyecto de generar un espacio artístico multidisciplinario y amplio en su visión de las vertientes artísticas, abierto, diverso. Eso es el Espacio Cultural del Esperancero - Casa Dumit. Allí conviven talleres de teatro, danza, tango. Funciona como casa museo, contiene una muestra permanente y rotativa de la obra de Ernesto Dumit (por las mañanas pueden hacerse visitas acompañadas, tanto particulares como delegaciones turísticas y colegios, acordándolas con anticipación). Durante el año se exhiben diversas obras de teatro, ciclo de títeres en vacaciones y el ciclo de lecturas Letras del desmayo, que nos ha permitido la visita de exponentes de las letras de otras provincias y referentes locales. También conforman la grilla algunos recitales.

© LA GACETA

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Costumbres 

Por Pablo Dumit


soy un poeta

acostumbrado a fieros padecimientos amorosos

/debiera poner al sol mis animales

/limpiar la casa

/escupir menos crueldad…

insistir con la sonrisa que me cuelga de la mano/


soy un hombre sentado como poeta

/debiera escribir otra canción

/resistirme a las menciones

/acostarme con vos/ sin vos…

otras cosas…


soy un hombre dentro de un poeta

o un poeta dentro de una caja…

/el tórax

o demás lugares

donde golpeás / e intento responder…


PERFIL

Pablo Dumit nació en Tucumán, en 1969. Es poeta y fundador de Casa Dumit, un espacio dedicado a la divulgación y a la formación artística en diversas disciplinas. Es autor de cuatro libros de poemas. El más reciente es Tu cuerpo hecha una sombra que cura la mirada. Algunos de sus poemas fueron incluidos en diversas antologías y en trabajos discográficos de Mercedes Sosa, Lucho Hoyos y Topo Encinar.


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