En esta casa conviven España y El Líbano

En esta casa conviven España y El Líbano

Ubicada en Chacabuco primera cuadra, la Casa Libanesa (ex Casa Griet) es la expresión viva de una mezcla cultural que dio el estilo mudéjar, hispano-árabe o hispano-musulmán. Vitrales, mayólicas, arcos y color otorgan su impronta. Integra el listado de bienes de Interés Municipal. Quedan muy pocas con ese estilo en el centro histórico de la capital.

La fuente. Estilo mudéjar LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA La fuente. Estilo mudéjar LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
16 Noviembre 2012
Un viaje a España con escalas en las ciudades latinoamericanas marcadas por la vida colonial. Así se podría resumir la impronta de la Casa Griet (actualmente Casa Libanesa), una joya que miró lo más pintoresco de la arquitectura colonial de México, Potosí (Bolivia) y Lima (Perú) para componer un cuadro colorido en el que los detalles te llevan al corazón de la madre patria.

La casa se construyó en 1935, en Chacabuco primera cuadra. Su propietario original fue Juan Carlos Griet, perteneciente a la familia propietaria del ingenio Amalia. En la década del 50, al fallecer Griet, sus herederos vendieron la propiedad a la Asociación Libanesa.

Se trata de una típica vivienda "chorizo". "Tanto la fachada como el interior se resuelven con elementos neocoloniales, el estilo que emplearon los grupos sociales tradicionales para tomar distancia de las expresiones estilísticas de los inmigrantes. La burguesía tradicional buscó vincularse con las costumbres coloniales a través del neocolonial, se refugió en este estilo arquitectónico que además tenía la prensa de ser símbolo de la identidad nacional argentina", explica Ana Lía Chiarello, magíster arquitecta y miembro del Instituto de Historia de la FAU.

Los elementos que más seducen de la Casa Griet son, precisamente, aquellos más enmarcados dentro del estilo neocolonial. "Se destacan la portada barroca del acceso, una reproducción exacta de una portada interior del Museo Fernández Blanco (Buenos Aires, 1920); la cornisa mixtilínea con pináculos sobre el balcón de hierro al modo colonial; el conjunto de ventanas con rosetón de detalle; los aleros de tejas españolas; las columnas toscanas 'panzonas' del patio interior; los zócalos de azulejos y la fuente de agua estilo mudéjar a la manera andaluza", describe Chiarello.

Según la arquitecta, el valor patrimonial de la Casa Libanesa radica en su calidad arquitectónica, en su representatividad de la corriente neocolonial, y su valor de escasez, ya que quedan pocas viviendas de este estilo en nuestro Centro Histórico (entre otras que pueden mencionarse se destacan la Casa Frías Helguera -hoy FET- o la Casa de Alcira Maluff de Saad, hoy bar Plaza de Almas).

"La casa integra el listado de bienes de Interés Municipal. Es sin duda muy importante poder hacer efectiva esta protección y salvaguardar este ejemplo de arquitectura doméstica que en nuestro medio siempre corre riesgos de ser demolida, al igual que muchas otras viviendas representativas de otros momentos históricos", advirtió Chiarello.

Tamaño texto
Comentarios
NOTICIAS RELACIONADAS
Comentarios